Capítulo 1

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Todo empezó con un juego... Un simple juego. ¿Cuantas variedades de situaciones hay en el mundo para conocerse? Pero las invisibles manos del destino intervinieron y las juntaron mediante... Un juego.

Eran un grupo de amigas, cuatro en total, contando a nuestras muy queridas protagonistas. Muy unidas por así decirlo y con un vínculo (Como solía decir alguien que no recuerdo) Eternamente inseparable.

Bárbara, con actitud pícara y atrevida, besaba a una de ellas en juego, por supuesto, sin involucrar sentimientos. Eran besos cortos y de pico. Besos inocentes pero a fin de cuentas, besos.

Como si besar sólo fuera eso, besar. Bárbara pasó a besar a otra de las amigas con las que siempre estaba. Amigas desde hace ya tiempo, amigas desde siempre.

Hasta ahora todo bien, no se había roto la frontera de la amistad entre ellas, podría decirse que se ha reforzado el sentimiento.

Pero sólo faltaba una de ellas. Sonia. Tan tímida y callada.

Muchas veces tentada a besar los labios de Bárbara pero siempre se resistía. ¿Por que? Tenia novio. Y como fiel amante. Se negaba rotundamente ante el pecado frente a ella.

Todo quedó en eso durante un tiempo, sólo Bárbara besaba a sus amigas y allí quedaba, entre las paredes de la escuela que aveces solía ser testigo de muchas de sus travesuras.

Muy en el fondo, quizás Bárbara, estaba comenzando a caer en los encantos femeninos.

Creo que fue Mario Bennedetti el que dijo una vez, algo parecido a que las personas se sentían mas atraídas a lo prohibido, por el simple hecho de no poder conseguirlo.

¿Será verdad esto? ¿Acaso las personas nos aferramos de cierta manera a lo prohibido sólo por esto?

Oh, gran poeta y escritor, cuánta razón tienes.

Meses, días o quizás semanas después, Sonia se separó de su novio.

La oportunidad perfecta, entre las tres amigas le dieron un beso a la pobre e inocente Sonia.

En un intervalo de tiempo bastante corto las cosas cambiaron drásticamente.

Dicen que las almas perdidas siempre se encuentran porque tenían el mismo escondite. Y es aquí, donde dos almas que deambulaban sin más en el océano que es la vida, se encuentran. Se encuentran sólo para descubrir como amar.

Sonia jugaba de esa manera sólo con Barb. Sólo con ella. Y eso de alguna forma la hacia sentir especial. Única.

¿Que tenia ella que no tenían las demás?

¿Por que con ella ese tipo de confianza?

¿Ella..? Ella tenia su atención. De pronto captó toda su curiosidad y su mundo en una mirada. ¿Cómo pudo?

Danos el secreto Barb. Queremos tu manera de conquistar, amiga.

Aunque supongo que su manera provocativa de ser ayudaba bastante.

Miradas furtivas, sonrisas seductoras y movimientos tentadores.

La provocaba todo el tiempo, quería ver sus límites. Hasta donde llegaba. Amaba ver todas sus reacciones. Quería memorizar cada uno de sus gestos.

- Para - dijo Sonia con voz entrecortada.

Estaba totalmente acorralada contra una pared por Bárbara y ella tenía una sonrisa en su rostro.

- ¿Qué?

- Que pares... O no me voy a contener.

Sus palabras fueron como gasolina para el motor que rugía fuertemente en su pecho.

Lo que Sonia no sabía era que Barb no quería que se contuviera. Quería que ella sacara su instinto mas profundo de dentro de ella. Lo quería todo de ella. Todo.

- Para o voy a tener que besarte. - aclaró intentando aparentar firmeza.

Obviamente eso era lo que Barb quería, Barb tentaba a la bestia.

Pero Sonia no lo hizo por no romper la amistad.

¡Pero ya estaba rota! Ya esa barrera estaba quebrantada por completo. Dejando que otras emociones fluyeran entre ellas. Dejando que dominaran sus sentimientos.

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¡Hola, hola!

Por aquí Isa. Esta es una historia corta, por tanto, sus capítulos van a ser mas cortos como normalmente en otras de mis historias.

Espero que les haya gustado y si es así, háganmelo saber con sus votos y comentarios.

Sin mas que decirles...

¡Nos leemos!

Isa, Barb y Sonia.

Amar sin FronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora