𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐁𝐎𝐘; Rodrigo Carrera ✓

❤𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 𝟏❤

(Inspirado en Here U Are)

Triste, al inicio fue triste para Rodrigo saber que Zack había logrado alargar su semestre escolar para volver de lo que en un inicio fueron seis meses, un año entero hasta su llegada. Claro, en su momento hubieron algunas inseguridades y miedos de que cualquiera de esos días un mensaje con las palabras "Hay algo de lo que tenemos que hablar" llegara a su teléfono y con ello el famoso "tiempo" de pareja, traducido a terminar la relación.

Tenían videollamadas unas veces a la semana, de dos a tres, la mayoría temprano por la zona horaria. 

Pero a pesar de la espera y lo demás, llego el día. Zack regresaría pronto y por fin iban a volver a verse. 

—Che, es que en serio, es una banda el tiempo que te has ido. Yo necesito verte —informo por segunda vez en la semana haciendo que Zack soltara una risa. Parecía que estaba caminando por el pasillo del habitad.

—¡Zack! —una voz desconocida interrumpió a Rodrigo. Por la pantalla vio a un chico acercarse a Zack e inclinarse ligeramente a este —¿Para que aula vas? 

—Anatomía —contesto con amabilidad. 

—Oh que lastima, me toca ir a Bioquímica —se detiene un momento al ver la cara de Rodrigo en la pantalla —. Oh, ¿quién es? ¿tu amigo? 

Frunció el ceño, no se consideraba una persona celosa, pero definitivamente reconocía a alguién que gustaba de una persona cercana. 

—Mi novio —contesto de inmediato.

—Ya veo. Bueno, si te aburres ya sabes donde estoy —si, definitivamente no le agradaba ese chico. 

Zack se limita a darle una sonrisa forzada y negar amablemente con la cabeza mientras vuelve la mirada a la pantalla del celular. Aunque Carre no le dijera, noto su incomodidad por la resiente situación. 

—Bueno, ¿entonces vas a entrar a clases? —pregunto el argentino tratando de quitar el ambiente incomodo que se formo tras el silencio de ambos. 

Tras un intercambio mas de palabras, colgó la llamada para dejar a Zack entrar a clases, aunque él no pudo dejar de pensar en lo que había pasado. No debía pensar de más, a parte, confiaba en su novio, pero no quitaba que fuera incomodo percibir ese casi chamuyeo dirigido hacía su persona.

Al día siguiente cuando repitieron la llamada durante uno de los descansos de Zack en su dormitorio, habían ido a tocarle la puerta y no dudo en que si tenía un buen oído desarrollado por los videojuegos, también lo tenía para reconocer voces que no le agradaban. Si, el chico del pasillo había ido a hablarle, pero como siempre, la amabilidad de Zack lo hizo actuar como de costumbre haciendo que cortara rápido la conversación para regresar con Rodrigo.

—¿Y que quieres que haga? —interrogo Spreen cuando se junto para prender —¿O no confías en Zack?

—¡Claro que confió en él, pelotudo! Pero no se, a lo mejor es porque faltan como dos semanas para que regrese y siempre que lo llamo y esta haciendo la limpieza de su cuarto, ese chabón llega —señalo —. Bueno, a lo mejor me dan un poco de celos.