Moscú, 01 de febrero del 2022
Querido Jack:
Si te soy completamente sincero, no sé por qué he comenzado a escribir una carta que nunca será enviada, es un sinsentido por mi parte. Pero aun así, no quiero detenerme, creo que llegó la hora de plasmar en papel todo lo que en algún momento no pude decir.
La primera impresión que tuve de ti fue pésima, pero no me recrimines por ello, por favor. Cualquiera en mi lugar, lo puedo asegurar, hubiera pensado igual, porque la manera en que utilizabas a las chicas para pasar el rato, tus vicios por el alcohol y el cigarro, la poca importancia que le dabas al estudio; eran motivos suficientes para nunca querer cruzarme contigo. Pero nuestros caminos comenzarían a converger cuando menos lo esperábamos, dando inicio a todo.
Recuerdo muy bien cómo buscabas por todo el curso a la persona que sería tu pareja para el trabajo de historia, pues el profesor había dicho tu nombre junto al mío, lo que me enojó. Pero cuando me percaté de tu expresión al dar conmigo, mi enfado cesó un poco. ¿Por qué me estabas sonriendo? ¿Por qué lucías feliz?
Esa tarde trabajamos en tu casa, a pesar de que no querías. Solo me tomó cruzar un pie por esa puerta para entender el porqué de tu negativa de ir allí. Aquel hombre en el sofá desprendía un fuerte olor a trago, estaba rodeado por una gran cantidad de botellas vacías y otras sustancias que preferí olvidar. Me dijiste que era tu padre, que solo lo ignorara, pero que te disculpara por esa primera mala impresión.
Me divertí y reí mucho junto a ti, fue una tarde que no esperé disfrutar, mas me sorprendió gratamente. Descubrimos que a ambos nos gustaban las películas románticas con finales tristes, era nuestro gusto culposo. No tuviste vergüenza de llorar frente a mí, incluso abrazaste con fuerza mi brazo mientras le reclamabas a la protagonista su decisión de dejar al chico.
No hablábamos en el colegio, solo nos saludábamos de lejos, pues tú tenías tu grupo de amigos y yo el mío. A pesar de ello, nuestra relación iba mejorando gracias a que nos trasnochábamos escribiéndonos por celular, a las visitas que ambos nos hacíamos para ver alguna película o jugar, a las salidas casuales que nunca planeamos pero se dieron. ¿En qué momento te convertiste en alguien tan especial para mí? ¿Cuándo bajé mis defensas y te permití entrar?
Pasaron aproximadamente casi cuatro meses para la llegada del día que cambiaría nuestra relación por completo. La noche transcurría muy bien, todo mundo se estaba divirtiendo, aunque el alcohol jugaba un papel importante en ello, ya que festejábamos por las vacaciones de fin de año.
No sé cuánto había bebido hasta el momento, pero era obvio que tú no te quedabas atrás, a penas y podíamos caminar sin tambalearnos cada dos pasos. De un pestañeo a otro, nos encontrábamos en la terraza; tú con botella en mano, obligándome a beber mientras reías; yo te seguía la corriente, estaba muy feliz.
¿Por qué te quedaste en silencio? ¿Por qué no despegabas tu mirada de la mía? ¿Por qué te acercaste y me besaste?
No entendía bien lo que sucedía pero me gustaba, así que también te devolví el beso.
¿Acaso fue mi culpa? ¿Si te hubiera alejado en ese momento, todo hubiera cambiado? Porque nunca olvidaré aquella mirada temerosa llena de rabia, ni mucho menos cuando me dejaste solo en esa fría noche de invierno.
Con mucho cariño y tristeza,
Mike
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Aquello que no fui capaz de decirte (#PGP2022)
Short StoryPrimera parte de "Una historia a través de cartas". Sin importar el tiempo que pase, no podrás avanzar si no enfrentas tu pasado. Pero ¿Qué sucede si el recuerdo de tu primer gran amor no te permite continuar? #ValentinesContest2022 #TeamAntiCupido