Primera parte de "Una historia a través de cartas".
Sin importar el tiempo que pase, no podrás avanzar si no enfrentas tu pasado. Pero ¿Qué sucede si el recuerdo de tu primer gran amor no te permite continuar?
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Moscú, 07 de febrero del 2022
Querido Jack:
En toda mi existencia solo hay cuatro momentos que me han marcado de por vida, y una sola persona, que directa como indirectamente, ha influido en ellos. Te reto a adivinar de quién estoy hablando, Jack. Si no sabes la respuesta, solo deberías terminar de leer esta carta, tal vez encuentres una pista.
He decidido enumerar cada uno de ellos para poder explicarme mucho mejor, aunque no creo que hablaré de todos ahora.
El día que perdí mi virginidad con una chica: Me atrevería a decir que no es necesario explicarme sobre este punto, pues ya lo había mencionado anteriormente. No hay nada peor que mentirte y obligarte a hacer algo que no quieres, sobre todo cuando esa primera vez que esperaba fuera especial, terminó siendo una pesadilla que me atormentó por muchos años. ¿En qué momento me perdí? Dejé que el miedo decidiera por mí, quería ser el amigo que merecías, pero me abandoné al intentar lograrlo.
El catorce de febrero de aquel año: El maestro de historia decidió mandar otro trabajo con las mismas parejas de antes, así que volvimos a hablar. Ofrecí mi casa, tú solo asentiste sin regresarme a ver. Pasamos la tarde quejándonos de lo complicada que era la investigación, las bromas y reproches hacia el profesor eran lanzadas por ambos, reímos sin darnos cuenta. ¿Por qué volviste a callar como la última vez? ¿Por qué te sentaste a mi lado y sostuviste mi rostro? ¿Por qué volviste a besarme con tanta pasión? Supongo que esos besos expresaban todo lo que no nos dijimos en las últimas semanas, pero no eran suficiente para ninguno de los dos, queríamos más del otro. Tus manos recorrieron mi cuerpo al igual que las mías hicieron con el tuyo, nos deshicimos de nuestra ropa; tus besos quedaron tallados en cada parte de mi piel, no dejaste zona sin tocar; nos volvimos uno al son de los vaivenes, hicimos el amor, o eso me gustaría creer.
Siempre estaré agradecido de haber podido compartir ese momento tan especial contigo, que si bien no fue el primero, fue el único que importó y me marcó.
La calma se prolongó hasta mayo, más sin embargo, las nubes grisáceas comenzaron a cubrir nuestro cielo, los truenos se escuchaban a lo lejos y los rayos estaban listos para caer.
Una pregunta, de manera constante, surcaba en mi cabeza los meses posteriores a la tormenta: ¿De qué sirve amar y ser amado si no puedes hacerlo libremente?
