Era una fresca noche, y Shoyo Hinata, un niño de tan solo nueve años estaba junto a su madre en la puerta de su hogar, el pequeño niño estaba usando un disfraz de fantasma, y aunque a primeras pareciera una simple sábana con un lugar en donde el niño podía ver, Hinata era feliz.
A Hinata le encantaba Halloween, era una fecha que le fascinaba, no solo porque podía comer tantos dulces como quisiera, sino que el poder disfrazarse le hacía mucha ilusión. Su madre reía al ver a su hijo correr de un lado a otro contento con su disfraz.
-Ten mucho cuidado Shoyo, recuerda que debes estar en casa dentro de una hora, no te vayas muy lejos-.
-Tranquila mamá, estaré bien-.
Y con eso dicho, Hinata salió de la casa, y ahí mismo se encontró con un niño que parecía tener un disfraz de zombi, ese era Yuu Nishinoya, Hinata al verlo corrió hacia el otro niño y lo saludo.
-¡Noya! ¿Vamos a pedir dulces?- Pregunto Hinata esperando una respuesta de su amigo quien solo asintió.
La madre de Hinata soltó un suspiro, y observo como su hijo se alejaba en busca de dulces.
-La vamos a pasar súper genial, si quieres luego puedes quedarte a dormir en mí casa, no creo que a mí mamá le moleste- Comento Shoyo viendo a Nishinoya.
-No creo que pueda quedarme por mucho tiempo, solo vine a hacerte compañía, nada más, no me gusta mucho esta fecha-.
-Oh...Lo entiendo...¡Mira, ahí está Kageyama!-.
Hinata saludo desde la distancia al peli negro, el cual al voltear miro al peli naranja con desagrado, Hinata le enseño su nuevo amigo y Tobio lo unico que hizo fue reírse y marcharse junto a sus amigos. Nishinoya se molesto por eso y quiso seguir a Tobio, pero Hinata se lo impidió.
-Déjalo, el siempre es así- Dijo Hinata tratando de calmar a su amigo -Mejor vamos a pedir dulces, seguro así la vamos a pasar mejor que peleando-.
-Si, tienes razón Shoyo, vamos-.
Ambos niños se encaminaron en la búsqueda de dulces, Hinata tocaba los timbres de todas las casas, en donde era recibido por los adultos que le daban varios dulces, todo lo contrario a Nishinoya que no le dieron ni un solo caramelo. La canasta de Hinata estaba llena, mientras que la de Yuu estaba completamente vacía, y sin ningún caramelo frunció el ceño.
-Es por eso que no me gusta Halloween, nadie me da nada- Exclamo Yuu enojado -¿Tu estas contento?-.
-Si, aunque es una lástima que no te hayan dado nada- Comento Hinata mientras que comía un dulce.
-No me importa, ya estoy acostumbrado-.
-Ten, puedo darte aunque sea uno-.
Hinata extendió un caramelo a Nishinoya, quien extendió su canasta, finalmente tenía un caramelo, con eso hecho, ambos fueron hasta la casa de Hinata en donde estaba su madre junto a su padre y un hombre que jamás había visto, Hinata hizo miles de preguntas, y trataba de que saluden a su amigo. Pero, su madre más que estar feliz, parecía preocupada, y lo único que pudo hacer fue oir cómo su madre le trataba de explicar, que Nishinoya, ese amigo que tanto apreciaba, no existía.
Hinata volteo, y Nishinoya ya no estaba ahí, su madre le mostró unos papeles que el hombre desconocido tenía, y junto a ellos le mostró una foto en donde estaba el junto a su amigo, pero ahí solo podía verse a Hinata. Shoyo no lo aguanto, y salió corriendo lejos de sus padres, el trato de buscar a su amigo por todo el vecindario, pero no lograba encontrarlo. Hinata comenzaba a perder las esperanzas, pero lejos de todo, junto a unos árboles pudo ver a Yuu sentado.
-¡Noya!- Gritó Hinata mientras que corría hacia su amigo, Nishinoya por otro lado tan solo se levantó y corrió hacia un bosque que se encontraba cerca -¡No me dejes, espera!-.
Hinata se adentro al oscuro bosque, no le importaba los peligroso que este sea, y los constantes letreros que advertían en peligro, el solo quería encontrar a su amigo, el pequeño corrió con todas sus fuerzas, llegando a la parte más profunda del bosque, en donde vio como Noya se sentaba en un gran árbol. Shoyo corrió hacia el y lo abrazo con fuerza, dejando que al fin las lágrimas salgan de sus ojos.
-Noya, ¿Porque te fuiste?- Lloraba Hinata aferrándose al brazo de Nishinoya.
Nishinoya no dijo nada, tan solo le extendió un caramelo al peli naranja, era el mismo que tiempo atrás le dio, Shoyo lo tomo, y juntos comieron un par de dulces que Hinata aún conservaba.
Pero mientras tanto, los padres de Hinata junto a varios policías buscaban al niño dentro del bosque, la pobre mujer estaba desesperada, y su llanto de angustia se podía oír por todo el lugar. Los policías trataban de calmar a la mujer, pero está solo pedía que encuentren a su hijo, y cuando llegaron al centro del bosque, pudieron ver a Hinata junto al cuerpo de otro niño. Uno de los policías reconoció al niño, era un niño que tiempo atrás había desaparecido. Ambos infantes tenían una calida sonrisa en el rostro, ambos habían sido encontrados.
-Fin del sexto One-shot-
Nota del autor: Para este One-shot tomé inspiración de una animación de la misma temática, así que la idea no es del todo original, espero que lo entiendan, aunque pensándolo mejor tendría que poner esto antes pero buenoooo.
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Nishihina Week
Historia Corta-Esta historia va a contener diferentes One-shot Yaoi y será protagonizada por la pareja de Nishinoya y Hinata, espero que les guste- -Los personajes no me pertenecen, sino que le pertenecen a Haruichi Furudate, creador de Haikyuu-.