ANGSTRUARY [DRAKEY]

Día 3 "Gaslighting"

Nota: No puse el título al español porque suena medio raro jaja, para los que no sepan el término, consta de ser una manipulación psicológica de una persona sobre otra, alterando su percepción. 

"No quiero hacer esto"

"Tienes que hacerlo, Mikey. Es por mí ¿ya no me quieres?"

"Claro que te quiero, Izana, pero- "

"Recuerda que ellos te hicieron daño"

"Eso no es..."

"Claro que es verdad, tú no te acuerdas, pero yo sí. ¿Confías en mí?"

"Yo confió en ti, eres mi hermano"

"Eres un buen chico, Mikey. Se obediente y hazle caso a tu hermano mayor"

"...Sí, Izana-niisan"

"Muy bien...ahora mátalos"

¿En qué momento cayó tan bajo? ¿Había manera de caer aún más luego de haber tocado fondo?

Todo lo que él creía estaba distorsionado. No podía distinguir ya la realidad. Solo podía confiar en una sola persona.

Y esa persona abusaba de él, sin que pudiera notarlo.

Le hizo dudar de su propio criterio. De su autonomía. De sus opiniones y valores.

Era la única familia que le quedaba y para Mikey, la familia era lo mas importante. Izana hizo todo eso por su bien. Y el chico creía ciegamente en él.

Sangre.

Un arma.

¿El hizo eso? ¿Por qué?

Cuando fue consciente nuevamente de si mismo, ya era tarde. El mismo sostenía una katana que ahora mismo atravesaba el pecho de Draken.

Mas sangre cayendo al piso. Sus manos y su rostro empapados igual de aquel liquido rojo.

Los irises oscuros de ambos se miraron. A centímetros de distancia. Los dos reflejaban el mismo sentimiento. Sorpresa y culpa.

"Ken-chin..."

Draken resbaló contra la pared donde estaba apoyado, el arma aun atravesándolo. El dolor físico difícil de soportar. Estaba muriendo.

"Ken-chin, yo..."

Sonrió. Oírle decir aquel ridículo apodo todavía, en sus últimos minutos le resulto reconfortante. Unas manos cálidas tomaron su rostro y lo pudo ver. Al Mikey que él conocía.

"Mikey, perdóname"

"Idiota...yo soy quien debería decir eso"

"Mikey, lo siento, debería haber hecho más por ti"

"Ken-chin"

"...Te amo"

Cuando cerro los ojos, Mikey se quedó a su lado. Abrazando el cuerpo de Draken a pesar de ya encontrarse frio, pasaron horas y el no se separó de él, nunca.

Los sentimientos mezclados en él. Había hecho lo correcto. Seguir las ordenes de su hermano mayor. Cumplió al pie de la letra.

Pero entonces ¿Por qué dolía tanto?