ANGSTRUARY [DRAKEY]

Día 15 "Duelo"

Después del enfrentamiento entre Toman y Moebius, la realidad se había distorsionado demasiado. En especial para los miembros de la Tokyo Manji. Para su líder.

Draken había muerto el tres de agosto, apuñalado.

Sus esfuerzos por pedir ayuda medica fueron en vano.

Nadie mencionaba el tema. Luego del funeral, los capitanes se acercaron a Mikey y lo abrazaron, pero este no correspondió a ninguno de esos abrazos, ni a las palabras que inútilmente decían para aliviar el ambiente.

Mitsuya y Baji estaban preocupados por Mikey. Era como si hubiese muerto en vida.

Sus ojos perdieron todo el brillo, su sonrisa y acciones eran más robóticos, automáticos. Era obvio que no estaba bien.

Tras unas semanas del evento, Mikey fue a donde vivía Draken. Masaway le recibió con una sonrisa triste.

—Me alegra verte por aquí. Quieres ver su cuarto, ¿no? —el chico asintió. El adulto lo encamino, aunque sabía que el menor ya se sabia el camino y la puerta que correspondía al cuarto de su hijo.

—Se que hoy es tu cumpleaños...felicitarte estaría de más en esta situación pero que se Kenny no le gustaría verte triste —Mikey no dijo nada más—. Te dejo, puedes quedarte el tiempo que necesites.

El rubio ingreso a la habitación, cerrando detrás de sí.

El cuarto de Draken estaba como lo recordaba la ultima vez que estuvo ahí. Imagino que el padre adoptivo de Ken-chin no había querido aun tocar nada o sacar las cosas de ahí.

Él también estaba viviendo su duelo.

Camino hasta la cama, se sentó en la orilla. Miro alrededor, observando con detalle cada cosa del chico. Sus discos, sus revistas de motocicletas, sus pesas de ejercicio ¿eso de ahí eran dorayakis? sonrió con pesar. Luego, su vista se detuvo en el uniforme de la Toman, aun colgado en su gancho en la pared. Todo rastro de sonrisa se desvaneció.

Por ultimo. Su vista termino sobre la mesa de noche. En la pequeña urna donde sabia, ahí estaban las cenizas de Ken-chin.

Se levanto y fue donde ellas, las tomo entre sus manos y regreso a la cama.

Recordó las palabras de Baji y Mitsuya.

"Si necesitas compañía, por favor llámanos. No estas solo".

Lo sabía, sabía que tenía muy buenos amigos, que no lo dejarían caer en el hoyo negro.

Pero eso no quitaba que se sentía solo, aun así.

Se recostó en la cama, sin soltar la pequeña urna.

Había perdido a alguien importante para él. A alguien tan valioso. Draken siempre fue su mano derecha, su consejero, su cómplice de travesuras, su guía cuando él se desviaba del buen camino, su mejor amigo, su primer amor.

Ahora mismo lamentaba no haberle confesado antes lo que sentía por él, aun si eso significase que le rechazara y su amistad se mermara por ello.

O quien sabe, tal vez, con algo de suerte sus sentimientos serian correspondidos. Pero ahora nunca lo sabría.

—Ken-chin...te amo —abrazo con mas fuerza la caja contra su pecho, cerrando los ojos mientras lloraba en silencio.