ANGSTRUARY [DRAKEY]

Día 9 "Hanahaki disease"

La enfermedad de las flores, cuando tus sentimientos no son correspondidos, unas flores crecerán en tus pulmones, matándote lentamente.

"Cuando estes leyendo esta carta, yo ya no estaré contigo.

Antes que nada, quiero explicarte las razones por las cuales me enamoré de ti.

Me enamoré de ti, la primera vez que te vi golpear de una patada a ese tipo de secundaria, cuando teníamos once años. Me pareciste el chico más genial de todos.

Me enamore de ti, cuando vi tu sonrisa y me pediste que fuera tu amigo.

Me enamoré de ti, cuando empecé a conocer lo que te gustaba y te hacia feliz.

Siempre has sido un niño mimado y siempre me queje de eso, pero siempre busque hacerte feliz. Verte sonreír aliviaba mi alma, calentaba mi corazón.

Eres una cabeza hueca y el chico más terco que conozco, pero se que tienes buen corazón, he tratado de enseñarte que debes ser amable.

Amo tu mirada, cuando se ilumina cada vez que te daba de comer lo que te gusta.

Amo tu rostro cuando duermes, porque te ves tan tranquilo e indefenso cuando se que puedes acabar con mas de cien personas tu solo.

Admiro tu fuerza, a pesar de tu pequeño tamaño. Eres adorable ¿sabías?

Cuando empecé a toser pétalos de rosa, sabia que estaba condenado.

¿Cómo podría corresponderme mi mejor amigo? Se que no me ves de la misma manera. Tu piensas que amo a Emma, pero a quien amo es a ti.

Me rehusé a someterme a la cirugía para retirar el rosal que creció en mis pulmones y mi corazón por el amor que te tengo.

Se que pensaras que es egoísta y que vas a sufrir cuando yo no este.

Pero prefiero morir amándote que seguir viviendo sin tener recuerdo alguno de este hermoso sentimiento que nació gracias a ti. Porque no puedo amar a nadie con la misma intensidad que a ti, Mikey.

Te amo Manjiro.

Por favor, se feliz sin mí.

Tal vez en otra vida puedas corresponderme y créeme, seguiría amándote igual o más de lo que hago ahora.

Te ama, Ken Ryuguji".

Antes de poder terminar de leer la carta, las lágrimas ya habían empezado a salir por si solas.

Sin dudar un segundo más, salió corriendo a buscarlo. Monto su motocicleta para llegar pronto.

No podía perderlo.

Aun podía salvarlo.

Él también lo amaba.

Él también tenia la enfermedad de las flores, porque pensó que Draken correspondía a su hermana.

Llego con rapidez hasta el burdel, donde supuso que estaría, donde imagino que preferiría morir tranquilo.

Al llegar, el padre adoptivo de Draken y las chicas lloraban, sollozaban. No podía haber llegado tan tarde. Al verle, le abrieron paso para que entrara en la habitación, se acerco y se arrodillo a su lado. Tomo su mano, estaba fría.

—Ken-chin ¿puedes oírme? No puedes morir aun...

No recibía respuesta, aun así, siguió intentando.

—Te amo, Ken-chin —las lagrimas cayendo por su rostro—. Te amo...por favor no me dejes.

Se acerco a su rostro, posando sus labios sobre los ajenos, probándolos por primera vez, rogando por un milagro.

Apretó el agarre de su mano, acomodándola contra su rostro. Cerro los ojos y esperó...entonces, la mano de Ken acaricio su mejilla.

—Mikey...

— ¡Ken-chin!

— ¿Hablas enserio? ¿Me amas? —su voz, un poco ronca al inicio se fue aclarando conforme respiraba, por primera vez en mucho tiempo pudo respirar sin dificultad, ya no había dolor en su pecho. Mikey asintió efusivo, sin creer que sus sentimientos habían salvado a Draken.

—Te amo Ken-chin, por favor, no vuelva a preocuparme de esa manera —Ken le sonrió, sin dejar de acariciar su rostro. Las flores en el pecho de ambos se habían esfumado, mas no sus sentimientos por el otro.