02 de Febrero del 2022
Hola, hoy estoy aliviada, al fin se termino enero, créeme que lo sentí eterno. Por un momento sentí que era siempre el mismo día y que me iba a quedar atrapada en un bucle repleto de estrés, anhelos y preocupación, pero gracias al cielo que ya es febrero.
Hace rato salí a la farmacia por unos sueros y vi muchas parejitas jóvenes, parecen gremlins que les arrojaron agua, se multiplican por todos lados y siento que me ahogan entre cada demostración afectiva publica demostrada por ellos.
Pero no me malinterpretes no digo que sea malo que anden por la calle derramando miel en cada paso que dan, por lo contrario me da ánimos el ver sus rostros repletos de afecto y promesas de amor eterno, los jóvenes y sus dolores del corazón me animan, por que llega el momento en que se dan cuenta del como la vida les da lecciones y tras ellas se quedan tatuados en el umbral de su memoria los recuerdos de ese amor juvenil que siempre prevalecerá fresco a pesar de los años.
Curiosamente hoy recordé mi primer amor, el cual fue tan fugaz e inocente que hasta la fecha me parece un sueño. Yo tenia aproximadamente como nueve años, y me da mucha gracia contarte esto por que jamás a nadie se lo he contado, mi primer novio era mas chico que yo irónicamente pero era un niño tan tierno, amable y lato para su edad .
Tuvimos un amor lleno de ternura, afecto y sandwiches compartidos, tenia unos ojos color chocolate que te hubieran encantado, una nariz pequeña y algo respingada, unos dedos largos y hábiles para la papiroflexia, yo en ese entonces estaba enamorada de la idea del amor por un libro que había leído.
Y el fue mi primer beso, fue muy cómico el como se dio pero recuerdo que el me llevo a un matorral de flores rosadas que estaba hueco por dentro , nos metimos y me vio tan avergonzado a la cara que yo no sabia que iba a pasar, pero me sorprendió sentir sus cálidos labios sobre los míos y me dio varios besitos de piquito, ese día sentí por primera vez lo que iba a ser la responsabilidad de cuidarle, pero lamentablemente pues me cambie de casa y que yo recuerde jamás terminamos esa relación, pero cuando volví a esa primaria a saludar a mi maestra el estaba en ese grupo, ya había cambiado y estaba más alto, aunque seguía siendo más chico que yo. Cuando nos miramos por un segundo, fue como si el tiempo no hubiera pasado, pero yo sabia que ya no podía volver el tiempo a aquellos días donde sin saberlo yo fui enteramente feliz.
Mi error al querer siempre fue el dar demasiado dejando de lado mi propio bienestar. Sufrí y llore solo por una persona en mi vida, a pesar de que todo quedo en el ayer mi padre sanguíneo fue aquel primer amor hacia un hombre que me destrozo por completo.
Llevo rato escuchando Nobody de Mitski y te la recomiendo enteramente, me pone tan sentimental que me es imposible no pensar en todo lo que he dejado pasar por personas que no me han valorado pero bueno, ahorita no es momento para llorar, eso es minimo como a las cuatro de la mañana.
Espero tu tengas a quien amar y ser correspondido.
Atentamente: Lizbeth.
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365 cartas para olvidarte.
Non-FictionLizbeth a lo largo de un año narrara su sentir por medio de cartas, a veces demasiado breves como para entenderlas con claridad y otras cargadas con sus angustias triviales y complejas. Cada palabra será un intento explicito de olvidar e inclusive...