Volvieron. (HINNY)

Capítulo 9: La reunión.

31 de enero y 01 de Febrero de 2005

Todos se quedaron petrificados ante la respuesta que aquel hombre les dió.

Debido a la hora, todo a su alrededor estaba oscuro y casi no se veía nada, así que todos se dirigieron hacía el castillo mientras que el que acababa de llegar esperaba un poco fuera del alcance de las luces, él también estaba nervioso.

Harry empezó a pensar que mierda iba a decir que justificara que se hubiera ido por 7 años, y después justo regresara para salvar a sus amigos de una situación muy peligrosa.

No lo sabía, pensó que sería mejor hablar desde el corazón, y sin más en la mente, se encaminó él también hacía el castillo.

Para Harry ver Hogwarts, su hogar, nuevamente fue como volver a la vida, había esperado mucho tiempo esto.

Subió por las enormes escaleras, caminó un poco, no veía a sus amigos por ningún lado así que pensó donde podrían estar, la respuesta era obvia, con la directora.

Harry ya sabía quien era la directora de Hogwarts, no porque se hubiera enterado en algún medio oficial, si no porque solo una persona podía reemplazar a Albus Dumbledore como director de Hogwarts, y esa persona era Minerva McGonagall.

Caminó más hasta que llegó a las escaleras detrás de la estatua de la gárgola que se tenían que subir para llegar al despacho del director, las escaleras estaban expuestas y Harry pudo subir sin saber la contraseña.

Al llegar al final de las escaleras empezó a escuchar las voces de sus amigos, que murmuraban todo tipo de cosas, y Harry no pudo evitar sentirse en el cielo. Había deseado que eso pasara, aunque no bajo las circunstancias actuales.

La puerta de roble estaba abierta y Harry pudo ver dentro a todos los que alguna vez amo.

El silencio se hizo de repente. Todos lo habían visto.

No quedaba de otra, tenía que entrar ahí.

—Alto— Dijo una voz severa extrañamente familiar para Harry antes de que este entrara completamente a la oficina.

—Si en realidad eres Harry James Potter, muéstranos tu patronus—

Harry asintió pero no contestó, solo sacó su varita que había tenido desde los 11 años y conjuró el patronus, de inmediato un ciervo plateado enorme salió de la varita y ahí todos notaron que si era Harry.

—¿En verdad eres tú?— Dijo ahora la profesora McGonagall pero con un tono triste, casi como si acabara volver a ver a alguien muerto.

—Soy yo profesora, no sabe como la extrañé—

No pudo decir otra palabra, dos personas habían corrido a abrazarlo y al hacerlo, los tres cayeron al suelo.

—¡LO SABÍA, YO SABÍA QUE VOLVERÍAS, NUNCA LO DEJE DE CREER!— Gritó Ron mientras abrazaba a su mejor amigo y lágrimas salían de sus ojos.

—Te extrañamos mucho Harry, no sabes cuánto, pero sabíamos que no nos dejarías para siempre— Hermione también estaba llorando y dejó empapado el traje de Harry.

—Yo también los extrañé chicos, pero si no se mueven ahora tal vez me maten antes de que pueda abrazar a los demás—

Los tres se levantaron y se vieron bien por fin después de 7 años.

Hermione y Ron se dieron cuenta que Harry no parecía la misma persona, de no haber sido por su cicatriz y por el color de sus ojos, tal vez no lo hubieran reconocido, ahora era casi tan alto como Ron, se le notaba que había estado entrenando pues tenía una forma atlética, su cabello ahora lo tenía recogido en un chongo de tan largo que lo tenía, y ahora lucía una barba un tanto tupida que le daba un aspecto amenazante. Sus amigos estaban realmente sorprendidos.