12 de Febrero de 2005
La primera semana del curso de Auror de Harry pasó volando, y, el famoso duelo que iba a enfrentar a Potter y a Weasley, estaba a solo unas horas de suceder.
Eran las 10:30 de la mañana cuando Harry se despertó en su cama de su casa de Londres.
El sol le caía directamente en la cara a través de su ventana y eso hizo que se molestara un poco, pero decidió que ese día era importante así que no se amargaría solo por despertar con el sol en la cara, mejor, se acomodó en su cama y tomó sus ya conocidos lentes redondos de la mesita de noche.Se levantó lentamente, estaba cansado todavía por todo lo que había hecho en la semana, el señor Jeffers, quien se reveló como el entrenador de Harry aún con su cargo de Jefe de los Aurores, fue muy estricto con el entrenamiento, y aunque Harry no era para nada un aspirante común al puesto de Auror, eso no evitó que el cansancio y la fatiga lo alcanzaran luego de las largas horas de entrenamiento.
Lo único que pasaba por la mente de Harry en ese momento era que en realidad no quería batirse en duelo otra vez, ya que toda la semana lo estuvo haciendo, pero no tenía otra opción, ya habían acordado el encuentro para la noche y no aparecer era prácticamente admitir la derrota ante Ron, y claro que Harry no le quería dar ese gusto a su amigo.
Se vistió como lo había hecho en sus años de viaje, con su traje de cazarrecompensas y su gabardina negra que le daba un aire misterioso y amenazador, se recogió el pelo en un chongo y se peinó un poco la barba un tanto desaliñada que llevaba. Se miró en el espejo antes de salir de su casa, estaba más que listo para el duelo.
Todavía no era la hora del duelo, en realidad sería hasta en la noche y Harry lo sabía, su intención era hacer una visita antes de irse a Hogwarts.
Se desapareció en su casa y apareció cerca de otra casa, quería ver a alguien.
Se acercó a la puerta y tocó dos veces. Una mujer de pelo rosa le abrió la puerta.
—!Harry¡—
—!Dora¡—
Ambos se abrazaron, Tonks no había visto a Harry desde que él había aparecido para salvarlos y ya estaba emocionada por saber cuando los iba a ir a visitar.
—Ven pasa, ya íbamos a desayunar—
Harry entró a la casa de la madre de Tonks, y se dio cuenta que no había cambiado casi nada desde la vez que había llegado ahí después de una batalla en el cielo.
Una mujer muy familiar se acercó a Harry y este no pudo evitar recordar a una de las personas que más ha odiado en este mundo, pero ella no era Bellatrix, era Andromeda.
—Harry, vaya, querido, cambiaste muchísimo casi no te reconozco—
—Gracias señora Tonks, sigo siendo el mismo no se preocupe—
—¿Y quieres quedarte a desayunar?—
—Me encantaría—
Los tres entraron al comedor de la casa, y Harry no puedo evitar sonreír al ver una foto colgada en la pared en la que se veía a Remus y a Tonks.
—Teddy, ven a desayunar, vino a vernos alguien especial— Dijo Tonks al acercarse a una habitación.
—Ya voy ma, ya voy, dame un minuto—
Mientras Harry, Tonks y Andromeda se sentaban en la mesa, cada uno con una taza de té en la mano, la puerta de la habitación a la que Tonks le había hablado se abrió y de ella salió un niño con el cabello azul eléctrico.
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Volvieron. (HINNY)
FanfictionEn un mundo alterno. Harry acababa de derrotar al mago tenebroso más poderoso de los últimos años, pero el costo fue demasiado alto. Ginny ya no quería saber nada más de él, así que ambos siguieron sus propios caminos, sin saber que algún día se ree...