Capítulo 19

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El olor a lluvia siempre ha sido uno de sus favoritos.

El sonido de las gotas cayendo en el suelo.

La humedad del ambiente que se cala en los huesos como diciendo Hola estoy aquí no me ignores.

Las carreras de gotas en las ventanas

Su plan de vida siempre cambiaba en los días de lluvia.

Un libro. Un chocolate caliente. Y manta.

No había mejor combinación para la tarde perfecta.

Cuando llueve todo se siente como si entraras a un nuevo mundo por conocer.

Y eso a ella le encantaba de la lluvia.

Por eso mantenía la mirada fija en las gotas que caían por la ventana del auto ignorando toda conversación.

-Demonio- la llama su nuevo taxista personal.

-¿Qué quieres brujo?- le responde de mala gana. Odia que le interrumpan en su momento de paz.

-Ya estamos llegando.

-¡Que alegría!- rueda los ojos volviendo a olvidar al mundo y preparándose para el infierno, su infierno.

Las conversaciones mueren y el ambiente se vuelve incómodo hasta llegar a la verja roja que daría al portón de su casa.

-Adiós, y gracias por traerme.- se despide de los demás.

Cierra los ojos antes de llamar al timbre.

Hay estaba su sufrimiento en persona.

-Entra.

Rota tras la sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora