Primer Paso

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—Hola, Lou. -dijo Harry cuando vio a su novio Louis.

—¡Hazz!. -grito Louis, y abrazo a Harry, levantandolo unos centímetros del suelo.

—Te heche de menos Lou. -dijo Harry mientras se aferraba al cuerpo de Louis, como queriendo que Louis lo consumiera y lo guardara para siempre en su cuerpo.

—Nos vimos ayer Hazz.

—No importa. -dijo y le beso la mejilla.

Louis le dio un pequeño beso en los labios.

—Vamos ricitos.

Entrelazaron sus manos y caminaron a la plaza para comer helado, disfrutar del mundo, disfrutar de la vida.

Al final se divirtieron muchísimo. Fueron a comer helados, se subieron a un carrusel, vieron una película y pasearon por la plaza tomados de la mano, sin importar las miradas ajenas.

Louis llevo a Harry a su casa. En el transcurso hablaron de como iban las cosas.

—¿Cómo van las cosas?

Harry guardo silencio, las cosas iban muy mal, para la mierda, Harry estaba a la deriva y solo faltaba algo que derramará el vaso para que el cayera.

—Siguen un poco tensas.

—¿Cómo está Anne?.

¿Por qué nunca nadie preguntaba cómo estoy yo?.

Sigue en su duelo y eso, a estado un poco alejada de casa, pero supongo que quiere espacio, no ah llamado. Y antes de que preguntes, papá está también en su duelo, aunque el está en casa y no ah dejado el alcohol.

Louis se quedó en silencio, pensando algo coherente en qué decir.

—¿Tu cómo estás hazza?, ¿Te sientes mal por todo esto?.

—Oh, yo sí estoy bien, la verdad solo estoy algo confundido pero bien.

Idiota, idiota.

Okey era un tonto, era su oportunidad para desahogarse, pero ¿Para que contarle a alguien tu mierda, si aún así no lo entendería?

—Hazz me tienes a mi para todo.

Harry asintió y le sonrió.

Al llegar a la entrada Harry lo abrazo y Louis le devolvió en abrazo. Se besaron un poco y después de todo, Harry seguía sin soltar a Louis.

—Hazz amor me tengo que ir. -dijo Louis y le dejo un beso en el cuello.

—Cierto, cierto, adiós bonito.

Louis se sonrojo un poco y beso a Harry.

Harry entro a su casa, sabía que estaba a oscuras y en silencio, sabía que en algún día tendría que ser valiente, lo que no sabía era cuántos días más tardaría.

CINCO DIAS EN MI CUERDA FLOJA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora