Ella, Adisson, una chica, inteligente, preciosa, de buen corazon, y llena de curiosidad por saber un secreto que se oculta en su nuevo instituto.
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Él, Maximiliano, el capitán del equipo, guapo, creído, atleta, el más popular, pero lo que no se...
Una vez que nos bajamos, mi hermano arrancó, para ir a estacionar su auto
-Que hermosa es tu casa, bueno no parece una casa sino una mansión, me encanta, nunca había visto una casa tan hermosa y tan grande como la tuya –dijo Maritza fascinada viendo la casa.
-No es para tanto, solo es una casa y ya, además podrá ser muy grande, hermosa y todo pero la mayoría de las veces se siente sola, pero ya entremos, ven vamos.
-Disculpa es que estoy fascinada - habla Maritza con un tono soñador
-No te disculpes, yo también me quede así cuando nos mudamos aquí pero ya estoy acostumbrada a ver casas así y hasta mejores que esta, ven sígueme.
Abrí la puerta y espere a que Maritza entrara luego la cerré me di la vuelta y vi a mi amiga que estaba con la boca abierta, observando la casa por dentro, me toco prácticamente arrastrarla por el brazo hasta la cocina. Cuando entramos a la cocina Clara mi nana estaba de espaldas, preparando algo. Al parecer mi nana nos sintió llegar y se dio la vuelta, para mirarnos con una gran sonrisa.
-Hola mi niña bella, ¿Y eso que saliste temprano? –dijo dándome un abrazo como el que solo ella sabe dar.
-Hola nana bella, bueno salimos temprano, porque a la profesora se le presento algo y nos dijo que nos podíamos ir, pero nos dejó encargado un trabajo para mañana, ah si, nana bella te presento a Maritza mi nueva amiga, Mari ella es Clara mi nana ella es como la abuela que nunca tuve.
-Mucho gusto –dijeron las dos al mismo tiempo.
-Tomen asiento, ya les sirvo para que coman.
Tomamos asiento en la barra desayunadora, mientras vemos a la nana servirnos la comida.
-Nana bella, ¿te puedo hacer una pregunta? –le digo a mi nana para ver si me acepta la pregunta
-Claro mi niña dime.
-¿Cómo sabias que era yo la que había entrado?
-Hay mi niña, eso es muy fácil, tu colonia y la de tu hermano son únicas y como no conocer tu olor si te conozco desde que naciste y desde que tenías 5 años usas la misma colonia y sé que es tu favorita.
-¿En serio usas la misma colonia desde que tenías 5 años? –pregunto Maritza sin poder creerlo
-Si uso la misma marca de colonia desde que tenía 5 años, no sé porque, pero me gusta mucho el aroma de esa colonia y cuando se me acaba voy por otra, es que su aroma es exquisito –le hice saber a Maritza para sacarla de duda.
-Vez mi niña que si te conozco, bueno tengan espero que les guste –dijo entregándonos un plato a cada una y un vaso de jugo de naranja recién exprimido.
-Grscias nana bella, nosotras nos iremls a mi habitación, cualquier cosa ya sabes dónde encontrarnos, ah y otra cosa a las tres vienen unos compañeros para hacer un trabajo para mañana, me avisas cuando lleguen por favor –le informe a mi nana.
-Tranquila mi niña yo estaré pendiente, en un rato les llevo en postre ¿sí?
-Ok nana bella está bien.
Maritza y yo salimos de la cocina en dirección a mi habitación para tener un poco de privacidad, para así poder hablar de ese cuarto prohibido del cual la intriga y la duda que me está comiendo por dentro, ahora empiezo a creer en el dicho que dice "la curiosidad mató al gato" espero que no me pase eso.
Una vez que estamos en mi cuarto, cierro la puerta y camino hacia la cama, me siento con las piernas cruzadas y coloco una almohada en la cual coloco el plato de comida y en la mesita del lado de la cama pongo el vaso de jugo, Maritza imita la misma acción que yo y ya una vez que estábamos frente a frente decidí romper el silencio, que sin querer se formó entre nosotras.
-Bueno ya estamos solas, ya me puedes empezar a contar sobre el famoso cuarto prohibido, a y tranquila nadie nos va a interrumpir –le dije para que me empezara a contar.
*Cuarto de Adisson*
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