» día uno «

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Eran las ocho treinta de la mañana, Steve caminaba despreocupado por las calles de la ciudad. Muchas personas pasaban por su lado yendo a sus trabajos o escuela, en cambio él -que debería de ir a su trabajo también- buscaba aquella cafetería que Natasha le había recomendado insistentemente desde hace días. Su amiga podía llegar a ser demasiado persuasiva, él no tenía mucha resistencia contra ella, después de toda era su mejor amiga; Steve termino por aceptar tomar un café por la mañana con la menor.

Cuando al fin visualizo el establecimiento de café, con el original nombre de "Rayo rojo" se acercó con una mueca en su rostro. Miró por los grandes ventanales hacia el interior, buscando la cabellera pelirroja de su amiga. Soltó un suspiro pesado cuando no la vio por ningún lado, a pesar de ello entro al lugar. Camino mientras texteaba algunos regaños contra Natasha, que lo tendría, vaya a saber dios cuanto tiempo esperando. Su mirada se despegó del aparato cuando un ardor se instaló en su pecho.

—¡Oh por dios!— Aquel grito hizo que Steve bajara su vista a su empapada camisa blanca, ahora chorrada de café, su ceño se juntó por completo, algo -muy- enojado— ¡Lo siento, señor... Realmente no lo vi...!

—Mejor quítate, ni...— Steve cerró la boca al por fin posar su vista en aquel mesero. El castaño temblaba impaciente y asustado por la repentina mirada penetrante de Rogers.

—Pu-puedo prestarle una camisa y... Se puede cambiar, también le puedo lavar la que trae puesta. ¡En serio, lo siento mucho!— El castaño puchereo, Steve sonrió de medio lado, olvidando por completo el enojó que ahora era remplazado por la ternura que le causó el mesero.

—Sólo tráeme un café americano, niño— Dijo con cierta gracia en su voz por todas las expresiones nerviosas del contrario.

—¿Seguro, señor?, Puedo hacer lo que quiera...— Algunas miradas de clientes se posaban en la escena que se llevaba en el centro del establecimiento, solo logrando que el mesero se sonrojase más y los nervios por el hombre atractivo frente a él aumentaran. Steve sólo asintió a las palabras del menor, segundos después el contrario sonrió apenado y regreso a la cocina apresurado.

Rogers tomo lugar en una mesa en el fondo, con una sonrisa en su rostro y en el olvido su camisa mojada por el café, incluso olvido que realmente esperaba a Natasha. El mesero con sonrisa nerviosa invadió su cabeza por completo.

Café por la mañana - [stucky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora