Capítulo 3

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Se acercaron al teletransporte más cercano y Zhongli fue el que de encargó de activarlo. Acercó su mano al obelisco y recitó una serie de palabras. Una luz muy brillante entonces los envolvió, enviándolos muy lejos de allí. Aquellos aparatos eran muy convenientes, pero debías conocer la ubicación exacta de ambos para poder hacer la conexión, si no, el aparato no funcionaba. Cuando la luz remitió, tartaglia inspeccionó su alrededor.
El punto de teletransporte se encontraba sobre una pequeña colina. A su izquierda se abría una explanada y un lago, con un rústico puente de piedra con un camino que se perdía en horizonte. A su derecha, justo en la base del montículo, se encontraban unas ruinas de forma cuadrada, como si allí en su época hubiesen formado una casa. Más allá, se podrían entrever unas rocas de color ámbar brillantes.
-Estamos cerca de la colina de Wuwang, ahora nos toca caminar un poco y llegaremos al lugar- dijo Zhongli, señalando hacia el frente.Tartaglia más o menos se hizo una idea de dónde se encontraban, ya que antes de zarpar en su viaje había estudiado el terreno para colocar a sus reclutas en las mejores posiciones ofensivas.
Bajaron de la montañita y Zhongli le comento un poco sobre las ruinas, que tenían un estandarte luminoso en su centro, que rezaba un acertijo para el valiente aventurero que lo encontrase.
Un poco antes de llegar a la orilla, divisaron 3 hilichuls electro que estaban descansando en unos botes.
A Tartaglia se le encendió la bombilla.
Invocó su arco de color dorado y decorado con unas plumas azules en la parte alta que se materializó en su mano izquierda y apuntó.
-Parece que lo mejor es...- cuando se estaba dando la vuelta para mirar a Tartaglia, una flecha voló muy cerca de la nariz de Zhongli, que acertó a uno de los hilichulrs y lo lanzó al agua y ahogandolo lo que alertó a los otros dos, que alzaron sus ballestas.
-No deberías girarte asi de repente Zhongli, es peligroso- dijo mientras sonreía de medio lado, bajando el arco.
-Considero de mal gusto disparar por la espalda sin avisar, Nobile- sin ni siquiera mirar a los enemigos, que disparaban sus flechas, creo un pilar, que con el primer golpe de resonancia hizo que los hilichulrs desaparecieran en el momento. El pilar era un prisma rectangular perfecto, con unas pequeñas ventanas a los cuatro costados que brillaban con luz propia.-¿Estás seguro de querer hacer esto?-
-Oh, no sabes cuánto- sonrió demencialmente Tartaglia.
Entonces, Zhongli hizo aparecer una lanza de color marrón con la hoja de un color brillante dorado. Zhongli observó fijamente a los ojos de su contrincante, que ya estaba cargando su ataque.
Pero no pudo disparar, por que con un ataque rápido, Zhongli golpeó con tanta fuerza a Tartaglia que lo lanzó contra la base de piedra del teletransporte.
Con un gruñido, Tartaglia se volvió a posicionar. Sabía que ese corte podría haberlo matado de no haberse cubierto con el arco. Debía tener más precaución.
Así que empezó a correr a su alrededor disparando flechas, pues sabía que no le daría tiempo a cargarlas con energía hydro, pero necesitaba esa oportunidad para poder acumular la suficiente energía para usar su habilidad elemental.
Zhongli simplemente hacia girar su lanza a su alrededor sin nisiquiera mirarlo.
-¿Es eso todo lo que tienes?-
-Aún no has visto nada- y se lanzó a la carrera directamente contra Zhongli e hizo lo inesperado: uso el propio arco como arma para golpearle. Zhongli simplemente lo detuvo con su lanza, sin saber muy bien cuál era su objetivo, pero en seguida lo descubrió pues mientras corría Tartaglia había cargado de energía hydro una flecha y apuntaba directamente a su corazón. Tartaglia sonrió con confianza, pues se había gastado el dinero de un año y medio en refinar aquel arco hasta su máximo nivel para evitar que se rompiera fácilmente con los golpes.
Y disparó. Pero la flecha chocó contra un muro, pues Zhongli invocó su pilar, lo que creo un escudo geo a su alrededor, y lanzó con su resonancia a Tartaglia por los aires. Esta vez, el pelirrojo estaba más preparado, así que aterrizó con elegancia en el suelo.
-Veo que te gusta jugar sucio- le dijo Zhongli mientras se acercaba.
-Es más divertido así.- contestó mientras se encogía de hombros-Mis compañeros lo consideran parte de mi encanto- y le guiñó el ojo a su contrincante.
Éste en respuesta frunció el entrecejo y apretó los dientes.
-Veo que aún debo ser más duro para que entiendas tu posición-
-Nada me hace más feliz que escuchar esa frase. En otro contexto- soltó una carcajada. Estaba extasiado, luchar contra alguien tan formidable le daba mucha información para poder conseguir su objetivo.
Pero Zhongli no se lo estaba tomando igual.
Avanzó haciendo girar la lanza a su aldedero, y empezó a atacar a Tartaglia, que se defendía cómo podía usando el arco. Aquello no le iba a funcionar 2 veces, así que tomo distancia, soltó el arco que se deshizo en el aire e invocó su habilidad elemental.
El agua fluyó a su alrededor, formando un remolino hasta llegar a sus manos. Allí, se solidificaron para crear dos espadas simétricas, del tamaño de sus brazos. Tenían espinas en la empuñadura, y en el lomo, desde la punta, se abría en forma de gancho.
Cuando estuvieron completamente cargadas, una explosión de agua hizo que todo a su alrededor quedara mojado.
-Ahora sí voy en serio-
Era experto en todo tipo de armas, pero al ser el arco en el que menos destacaba, trataba de usarlo tanto como le era posible para poder seguir avanzando en su entrenamiento y perfeccionarlo.
Se abalanzó contra Zhongli, infligiendo cortes de un lado a otro, pero siempre manteniendo la calma. Este no podía si no defenderse, pues los ataques eran demasiado rápidos ahora que el otro se movía en su elemento.
Entonces, el escudo de Zhongli se deshizo en polvo y Tartaglia aprovecho a convertir las espadas en una lanza con una hoja a cada final y golpeó con todas sus fuerzas. Esto hizo que el otro se tuviera que proteger, e hizo que resbalase por la tierra. Noto que en su cuello sentía calidez, así que cuando se tocó con la mano, vio en sus guantes manchas carmesí.
Tartaglia, al haber gastado toda su energía elemental, volvió a invocar el arco.
-Vamos a por el segundo round-
Pero, cuando ya se estaba avlazando sobre Zhongli, una sombra verde colocó sobre su cuello la hoja de una lanza de color esmeralda.
-No te muevas- dijo con una voz monótona.

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