ROSIE
No vuelvo a ver a Hero en toda la mañana. Llego a la última clase del día, sin embargo a pesar de desear con todas mis fuerzas que mi día no empeore, si lo hace.
Me detengo en la entrada del salón, mi corazón late a toda velocidad, tengo la mirada clavada en alguien en específico. Una persona que no planeaba volver a ver en mi vida. Trago saliva e ingreso con cautela.
Obviamente no me ha visto porque parece hablar con otros tres chicos. Cuando tengo un mejor panorama de lo que está sucediendo veo que en realidad no es una conversación amable y de hecho está molestando a una de las chicas del fondo.
―Eres una gorda. ¿Creíste que mi amigo iba a quererte como su novia?
―Pero...
Desde aquí puedo ver las lágrimas en sus ojos. Es entonces que reconozco aquellos ojos verdes y el cabello negro. Es dulce.
―¡Gorda!
―Eres una cerda, que asco me das―espeta uno de sus amigos.
Me siento muy enojada tanto que podría golpear a ese par de imbéciles en este instante. Trago saliva y me dirijo hacia ellos con la intención de hacer algo que debí hacer hace mucho. Ya no tengo miedo de él.
―¡Dejenla en paz!―digo empujándolo con toda mi fuerza, esto lo único que logra es desestabilizarlo pero no se cae.
―No te metas, chica nueva.
Su mirada fría parece querer intimidarme, pero estoy cansada, demasiado, de él. Ya conozco su modus operandi, su manera de manipulación y el daño emocional que causa en los demás. No sé sus debilidades, pero no planeo dejar que vuelva a aprovecharse de mi o de otra persona inocente.
―No soy nueva, Mike Deker. Te conozco. ¿No me recuerdas?
Mi primer idea al regresar era que las personas no se enterarán de quién soy, pero siendo honestos es cuestión de tiempo para que suceda, así que puede que evitar eso sea imposible, él o cualquier otro tarde o temprano atará cabos y descubrirá no sólo por mi apellido sino por mi conexión con Dylan que soy yo, una de las chicas Dacé. En estos momentos no me importa, solo planeo mantener la calma y hacerle saber que no me causa miedo como a los demás. Esta vez no me voy a quedar callada, voy a ser su peor pesadilla.
―Pues no te recuerdo.
Estudio su expresión para saber si dice la verdad. Nada en su cara cambia, sigue inmutable. Al parecer es verdad.
―Ese no es el problema. El problema es que estás molestando a mi amiga.
―¿Tu amiga?―Mike ríe, los músculos en su mandíbula se tensan―. Pero si ella no tiene amigos.
Agarro a Dulce del brazo y hago que se levante de su silla. Se pone detrás de mí.
―Claro que sí, me tiene a mí.
Nuestra discusión no llega a su fin pues la profesora llega y nos manda a callar. Mike va a su puesto, yo igual pero Dulce es más rápida y sale corriendo del salón antes de la maestra se de cuenta.
Me siento en la primera fila y le dedico una mirada de odio a Mike.
Sigue igual de imbécil que antes.
Mi mirada no hace más que alentar su ego, ya que se sienta a mi lado.
―¿Quién eres?
―Así que es cierto. No me recuerdas―afirmo ante su confuso rostro.
―No.
Miles de recuerdos invaden mi mente, muchas personas juzgaron a mi hermana, incluso a mí. Pero él, en especial, fue el peor de todos. Me sentí más culpable de lo que ya estaba. Hoy, dos años después verlo frente a mis ojos tan despreocupado de la vida, como si sus acciones no hubieran tenido, ni tengan consecuencias me hace sentir tan inútil.

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Línea amiga
Teen FictionRosie, Ashley, Sylvianne, Marianne, Hero, Dylan, Dulce. La vida de ellos siete no era perfecta, en absoluto. Un día simplemente decidieron unirse para hacerla menos imperfecta. Así surgió Línea amiga. El lugar al que debes llamar cuando te sientas...