Dulce ambición. [+24]

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-Alex, justo iba a buscarte.

Levanto la mirada al escuchar a mi príncipe, tan sexy como siempre.

En este tiempo me di cuenta, que ambos hermanos se vestían a su manera.

Marc era elegante, pero a la vez informal, camisa abierta mostrando un poco de su pecho, pantalones que marcaban esos muslos que hacían suspirar a cualquiera.

En cambio Marcus, siempre era formal, elegante, con sus trajes que gritaban Extravagante y caro, por supuesto.

Eso me gustaba de ambos, cada uno con sus gustos.

-Marc cariño, hola.

-Hola nena, ven vamos.- Sonrió, para tomar su mano e ir juntos a su despacho.

-Gracias.

-Bien dime cielo, que se te apetece hacer en lo que resta del día.- Pregunta con una mini sonrisa.

-No lose, dígame usted, ¿Qué me recomienda?.-

-Oh, no me trates de usted, me hace sentir viejo.- hace una mueca- Al viejo del director, le gusta que lo traten así, y mas si es la cama.

Marc sonríe juguetón y me tiende la mano.

-Oh, ¿Adonde vamos?.- pregunto confundida, pero igual tomo su mano.

-Confía en mi.

Esta increíblemente sexy,  ¿Cómo podría resistirme?

-¿Centro comercial?- Preguntó confundida.

-Si, necesito ropa, aparte tengo que consentir a mi hermosa novia.- Dice mientras me besaba las manos.- Vamos.

Marc realmente era fascinante, podíamos hablar de lo que fuera, siempre tenia muchas anécdotas de cuando era un niño.

Escuchar sobre su infancia era muy bello, lo que mas me sorprendió fue el saber que Marcus siempre fue así, un hombre serio, me causaba ternura de solo pensar un mini Marcus enojado.

-Mama siempre lo regañaba para que hiciera amigos, y lo digo enserio Alex, Marcus nunca fue sociable. Con la única persona que se habla, bueno que lo habla a él  es su creo amigo Estefan, aunque no se si mi hermano lo considera amigo.- Carcajea de solo pensarlo.

-Me lo imagino Marc, ósea que tu eres muy sociable, debiste tener muchas novias de adolescente.- Digo agachando me un poco para girar a mirarlo, pude ver como corría su mirada a un costado, avergonzado.

-¿Oye por que te avergüenza?.- Vuelve a mirarme muy brevemente, para señalar mi escote, miro y claro se podía ver la parte superior de mis pechos.-Oh, Ash tu y tus hormonas Marc, eres un adulto.

Lo golpeó levemente su brazo.

-¿Que? claro que no.

La tarde la pasamos de tienda en tienda, y no mentía Marc me consintió con todo lo que deseaba, desde vestidos y accesorios, sonreía con orgullo cuando las vendedoras me elogiaban que era una mujer hermosa, el centro comercial se había vuelto cansador al recibir tantas miradas, pero Marc no dejaba la sonrisa narcisista.

Hacia verse cuando disgustaba mis labios frente de todos, era posesivo le gustaba la mirada de todos.

Eran cerca de las 8 de la noche ya, la temperatura era cada vez peor, frotaba como podía mis brazos, tenia demasiado frio.

El sonido de una llamada, me saca de mis pensamientos.

-Marcus si, estoy con Alex vamos a comer ¿quieres venir?.- mi atención se dirige hacia la llamada.