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Me desperté por una leve brisa que me hacia cosquillas en mi oreja, abrí mis ojos para saber quien era el responsable y era Marcus, que dormía plácidamente mientras que mi cabeza descansa sobre su cuello, literal estaba durmiendo arriba de el.

me levante con cuidado para no despertarlo con un leve dolor en mis partes.

Si, si me acuerdo de todo.

Gire mi cabeza para ver que hora era y ....

─¡¡Señor ten piedad!! Que hace con el mastín tan firme marinero , ¿así se levanta siempre o esta feliz de verme?

Rei al ver el miembro de marcus erecto pero el hambre me ganaba como para hacer algo ahora, volví a costarme, ninguno despertaba, los tres estamos desnudos y yo necesitaba un baño urgente, el estomago me esta rugiendo.

Camine al baño para lavarme, me mire al espejo y parecía una maldito payaso, el labial y el rímel ambos corridos, dios mire mire mi cuerpo y las tenia las marcas de marcus que solo el sabia dejarme.

Luego de darme un buen baño, salí para poder cambiarme y me di cuenta que no tenia nada de ropa, tome los bóxer mas chico que había en el closet y una camisa lo suficiente grande como para que me tapara hasta las rodillas.

Sali de la habitación. de por si se me antojo el elevador pero baje por las escalera, lo ultimo que quería era llegar rápido, a medida que bajaba podía escuchar las suaves risas de las madres de mis hombres.

Al entrar ala gran y majestuosa cocina las vi a ambas mientras preparaban el desayuno.

¿Qué debería decir? ¿buenos días Regina y Renata? ¿Señoras Cambridgeshire o ¿mamas?

─Buenos días Mamas.─ Hable una vez que me acerque lo suficiente.

Total ellas mismas me habían dicho que les digiera así

─¡Dios! buenos días querida Alessandra.─ Saludaron ambas.─ Ven siéntate pronto estará el desayuno, Mathieu se fue con el abuelo, así que estaremos nosotros nomas.

─Oh querida, necesitas ropa y es el perfecto momento para darte nuestros regalo de cumpleaños.

Ambas me llevaron arriba y me mostraron todas las bolsas que eran ropa para mi, todas de parte de ellas y su marido. Termine por optarme por un atuendo estilo colegial, de color verde con leves franjas blancas, Versace claramente.

Ambas sonrieron al ver mi elección y bajamos.

Los minutos pasaron y no pude quedarme sentada, termine ayudando a hacer el desayuno, en ningún momento dejamos de hablar, me sentía demasiada cómoda con ellas y me gustaba compartir estos momentos de suegras y nuera.

Todas nos giramos al sentir los pasos de alguien y era un marcus vestido informal, llevaba un pantalón de vestir y una camisa sin abrochar los tres primeros botones.

Me acerque a el para depositar una taza de su típico café negro amargo que siempre tomaba por las mañana.

─Buenos días bombón.─ Bese su mejilla.

─Buenos días.─ Agarro mi nuca y me beso frente a sus madres que empezaron a chillar.

─Bonita escena, ¿te acuerdas cuando éramos jóvenes nosotras también?

─Si, nuestro momento de juventud.─ Afirmo Renata.─ Marcus iremos de compras con Alessandra, ¿no te molesta que te la robemos un rato no?

─Para nada.

En cuanto terminamos de desayunar, nos preparamos para irnos.

─5648, compra lo que desees.─ Ordena entregándome su billetera.

Dulce ambición. [+24]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora