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Habíamos llegado al hotel, Jack  estaciono el auto en la entrada del complejo..

-Me duele el trasero.-Alex se bajó rápidamente del auto.

-No Alex, joder.- susurro, no había podido agarrarla.

Todos bajaron, abrazados, llorando, riendo, era estresante para el mayor.

-Quédense aquí, iré a registrarnos, Alex si veo que te vas te asesinare.- Amenazó a la más joven que se encontraba sentada.

Jack se marchó a la recepción dejando a todos en la entrada cosa que fue una mala idea.

-Alex  querida mía.- Una voz fue escuchada por la joven, que giro su rostro a la iluminada plaza que estaba al frente.

Alessandra abrió los ojos de par en par, frente de la estaba el mismísimo Dios Poseidón.

-OH DIOS, OH DIOS.- Chillo corriendo hacia la plaza.- Eres tu, eres tú, eres hermoso .-Dijo la joven con sus ojos brillosos.

-Jajaja Alex está hablando con un árbol.- Los tres amigos también habían cruzado la calle.

Era un caos unos gritando y otra besando un árbol.

Los Cambridgeshire había llegando al lugar.

-Oh, Director, subdirector ¿que hacen aquí?.- la voz de Jack hizo girar a ambos hombres.

-Müller, vinimos por Alessandra.- La imponente voz de Marcus lo dejo helado.

-Alex Alex ¿ustedes son sus novios? .-Ambos movieron sus cabeza en un si.- ¿Los dos?

No lo podía creer,  nunca se le cruzó por la mente que ellos eran.

-¿Y Alex?.- Está vez pregunto Marc buscándola.

-Eh si, están.- Giro y Giro, no estaban, hasta que escucho maldecir a uno y los vio al frente.- USTEDES PEDAZOS DE MIERDA QUE LES DIJE.- grito corriendo hacia ellos.

Ambos hermanos vieron a la italiana alejarse, yendo a la carretera.

-No no ALEX.- Ambos empezaron a correr hacia ella, pasando al joven.

-A-ALEX.- grito Jack desesperado.

Marcus había Sido más rápido que Ambos, la atrapó justo antes que un auto pasará a toda prisa.

Se arrodilló en el suelo con ella en brazos, verificando que no tuviera ningún rasguño.

-Alex alex.- Marc llegó a su lado agitado.-  estás bien.

Ambos hermanos y Jack miraban a la joven sonreír, todos los sabían que la pelirroja era hermosa muy hermosa, pero también peligrosa.

Ambos hermanos y Jack miraban a la joven sonreír, todos los sabían que la pelirroja era hermosa muy hermosa, pero también peligrosa

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Alex se removió entre la sábanas, estirando su endurecido cuerpo.

Se levantó despacio con los ojos cerrados, la cabeza le daba vueltas y tenía un sed inmensa.

Dulce ambición. [+24]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora