Winter Fall

15. Choi Minho

Nacido en una de las mejores familias de Corea, bendecido con una belleza incomparable y sobre todo con un poder para la manipulación, Choi Minho era el terror de la mafia. No tenía honor, sus negocios abarcaban desde la droga hasta la prostitución infantil, siendo este el crimen que más odiaban entre los mafiosos, pues denigraba completamente la inocencia de los niños.

A los dieciocho asesinó a su padre para obtener el dominio de su organización, su padre tenía estándares altos para sus socios, se manejaba en negocios de drogas y venta de armas. Sin embargo, al tomar el poder Minho empezó con los burdeles, dónde las mujeres y hombres eran abusados de formas humillantes. Luego algunos de sus clientes chinos y japoneses pidieron algo más que mujeres y jóvenes, fue cuando inició sus tratos con Jeon, niños y niñas hermosos a partir de los once años.

Entre sus visitas a Jeon, conoció a su hijo y su sobrino, ambos con un rostro adorable. El mayor tenía una bonita sonrisa cuadrada, tenía solo once años y el otro nueve, pero con una apariencia inocente y deseable. Cuando fue presentado al hijo de Jeon, su cuerpo reaccionó a aquella mirada altiva y de odio, lo deseo desde que lo vio. Pero primero tenía que poseer al mayor, sin saber que aquello sería visto por su joven esposa quien se suicidó ante la aberración que había presenciado.

Dos años después conoció a Lee Taemin un joven de la mafia, hizo tratos con él y su enamoramiento empezó, tenía todo lo que deseaba, era maleable y le permitía llegar a grandes extremos del dolor y pasión. Su amante en turno, Do Ji-Han sintió celos, pero estaba absolutamente enamorado de él, jamás le reclamaría pues él siempre estaba esperando por una migaja de amor.

Quién compartía la cama más tiempo con Minho era Ji-Han, los demás solo eran amantes de ocasión, pero poco a poco el romance de Taemin y Minho se hizo más profundo y las noches en su cama fueron menos.

— Deja de llorar por él, Ji.

— Yoon, ¿Por qué no soy tan valioso para él?

— Lo eres, siempre vuelve a ti cuando...

— Cuando los demás lo votan, es denigrante, odio esto... ¿Por qué no puede amarme solo a mi?

— Ji, eres hermoso y él sabe que no habrá nadie tan fiel como tú.

Ji-Han se levantó del cómodo sofá y salió de su habitación, odiaba ser el segundo o el que solo recibía las sobras. Odiaba que Taemin se le restregara a Minho frente a él y que le echara en cara que Minho comía de su mano. Cuando Ji-Han le pidió a Minho que le diera su lugar y que Taemin no lo humillara Minho le dio una bofetada.

 — ¿Eres idiota? Que te quede claro que Taemin es mi amante, tú no eres nadie para exigirme que me aleje de él... ¿Has comprendido? — Le habló con aquella voz de mando que no dejaba ni una oportunidad de replicar. Ji-Han sintió que era inservible, nunca estaría por encima de ninguno de los amantes de Minho y jamás recibiría su amor.

Ese día Minho firmó la sentencia de muerte de Taemin, pues días después, de forma anónima,   Kim NamJoon del departamento del servicio secreto  encontró unos documentos que ligaban a Lee Taemin con el mafioso sin rostros Choi Minho. Cuando Minho perdió a su amado Taemin decidió obtener a su tesoro más preciado quien cada vez le parecía más deseable con sus afrentas, deseaba verlo sumiso para él, pues según Jeon, su hijo era delicioso. 

Minho a sus treinta y cinco años gozaba de un gran prestigio entre la mafia y teniendo una vida de doble como un empresario famoso.  Minho se dirigía a su fábrica de producción de drogas, era una de las más grandes  y donde se producía cocaína de la mejor calidad. Cuando bajó del auto la fábrica estalló en pedazos el cuerpo de Minho se estrelló contra el auto, sus hombres salieron inmediatamente a rodearlo y buscar a los responsables.