18. Nevada(Final)

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SeoJoon estaba deprimido, sentía que su corazón oprimirse y destrozarse cada día y todo por su precioso hijo quien tenía una actitud demasiado madura para ser su bebé. Los recuerdos de esa mañana vinieron a su mente, estaba saliendo de su habitación cuando vio  a su pequeño leyendo un libro, inmediatamente sus sentidos se activaron y se acercó a su cama. Hoseok estaba enrollado en una manta leyendo un libro detenidamente. SeoJoon lo vio con el ceño fruncido pues la última vez que había visto a su hijo con un libro era un catálogo de ropa.

Estaba iniciando el receso de invierno, era a mediados de diciembre y siempre su bebé pedía viajar, sin embargo no lo había hecho. — ¿Mi bebé? — Hoseok levantó su rostro, una mueca en su rostro se formó semejando una sonrisa, tres meses desde la desaparición de Taehyung y se veía realmente triste.— Amor... ¿No quieres ir a Francia el fin de semana? Tu hermana me comentó que hay una gala de moda.

—Tengo que estudiar para el último semestre. 

— Hijo, pero eso no  importa, sabes que las clases no son un problema.

— Papi, déjame ser responsable ¿Si? — SeoJoon no pudo más y salió de la habitación, su pequeño estaba deprimido, no habían rabietas, ni noches locas, solo era un chico común y corriente queriendo aprobar una estúpida universidad. Llegó a su habitación y se tiró a la cama llorando. Su esposa no comprendía su actitud, así que se acercó para saber qué pasaba.

— ¡Mi bebé no es mi bebé, está mal! ¡No ríe como antes y solo piensa en los malditos estudios!

— ¿E-eso es malo? — Preguntó su Ji-Won dudosa. 

— ¡Malísimo! Debo ir a buscar a Orochimaru y hacer un edo tensei para revivir a esos dos chicos. Jimin se la pasa trabajando el doble y mi bebé... solo... ¡Estudia! O las esferas del dragón, eso sería otra opción.

— Si te das cuenta de que esas soluciones solo forman parte de un mundo ficticio ¿Verdad?

— Entonces buscaré a un chaman...

— Amor, no hay forma de revivir a una persona.

— Jesús lo hizo.

— No eres Jesús, no blasfemes y mejor busquemos formas de animar a tu hijo. 

SeoJoon se quedó pensando en la forma de poder animar a su príncipe, pero era imposible. Mientras tanto Jimin había convencido a Hoseok de ir a la floristería para trabajar un poco, Dongpyo estaba trabajando junto a Jackson en la empresa de los Jung, mientras que Wheein se había ido con Irene a Daegu. Jimin tenía tiempo sin ver a su padre y se sentía mal porque había lastimado a Jackson al no volver a Seúl. Sabía que muchas cosas habían cambiado, vivía en la casa de seguridad de los Jung junto a Dongpyo y Jackson, quería cuidarlos como Jungkook lo hacía. 

Sin embargo, algunas noches no lograba conciliar el sueño llenándose de los recuerdos de su novio, había empezado a odiar la nieve y agradecía que la primer nevada no hubiese llegado, pues no quería ver la nieve que se había llevado a su amado Kookie. Su hermano había desaparecido y ya no le importaba, solo quería ayudar  a Hoseok quien no se recuperaba. Nunca había necesitado de estudio para aprobar las clases, pero ahora se pasaba horas en la biblioteca o leyendo libros, más nunca le decía de que se trataban.

Ese día lo vio ordenar las flores según su tipo o región de procedencia, algo que antes jamás hubiese hecho. — Hoseok... Mañana iré a la casa de campo de mi papá, me citó... Dice que quiere verme.

— Debes ir, pero no creo ser buena compañía...

— Hobi, eres la mejor compañía para mi... Deja de aislarte. ¡Te necesito!

Winter FallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora