XXVI

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_Joven amo, tengo una buena y una mala noticia,_ murmuró un sujeto en la entrada del avión privado que minutos antes había aterrizado obteniendo permiso especial y dado que se trataba de uno de los aviones de la familia Jongcheveevat, el aeropuerto no había puesto peros para su aterrizaje.

_No hay buenas y malas noticias, solo hay noticias, como lo toma uno, es lo que hace la diferencia, dime cualquiera, da igual,_ le contestaron al sujeto.

_Llegamos a Tailandia, pero no exactamente a Bangkok.

_¡¡¿Escuchaste lo que dijo?!!, verdad que el viejo Nick debería sacarse ese parche, porque no lo deja navegar bien,_ puchereo en respuesta el joven amo dejando la tablet a un lado y tomando al pequeño cachorro de dos meses que descansaba en el asiento de al lado., _no importa, estando aquí o allá, igual llegaremos ahí,_ volvió la mirada al sujeto mientras acariciaba al cachorrito.

_Lo siento joven amo pero no me voy a quitar el parche,_ contestó Nick en un bufido ignorando todo lo demás.

_Sí, mejor no se lo quite, le luce más,_ luego mirando al cachorro comenzó a pucherear, _vamos, papi Sage va a castigar a la tía Seyné por atreverse a cortarnos la llamada,_ acarició la oreja del animalito y se levantó del asiento con el cachorro en brazos.

Sage Suppasit era un amantes de los animales, especialmente de los perros, no había animalito que no rescatara y actualmente tenía un pequeño cachorro como mascota.

_Y en dónde estamos entonces?,_ preguntó Sage mirando de Nick, su guardespaldas personal a la gente que iba y venía en el aéreopuerto demasiado concurrido. Así como Tin y Can resguardaban mayormente a Seyné. Sage al estar más tiempo solo en EE.UU, también tenía guardespaldas a su disposición, principalmente el señor Nick o como solo Sage lo llamaba, el "viejo Nick".

_Estamos en Bangtok, a unas tres horas de Bangkok, pero no se preocupe, tenemos una limusina para usted aquí también,_ contestó Nick.

_Nos desviamos por una letra, ¡¡los detalles de la vida!!,_ negó Sage suspirando. _Es bueno tener movilidad, sabe que a mis pies no les gusta caminar más de lo necesario,_ contestó Sage, caminando hacia la salida, con Nick y con seis hombres rodeándolo, todos resguardándolo, de todos los hermanos Suppasit, Sage era al que le gustaba tener más gente como resguardo, solo porque simplemente le hacia sentir muy cool.
Seguía con su guardespaldas, mientras abrazaba al cachorro con cuidado para que este no se lastimara con la navaja plegable que llevaba en el bolsillo del saco, Sage era el único que imitaba a su hermano mayor, casi todo del tiempo cuando se trataba de vestir, al menos en los eventos importantes, Sage siempre llevaba traje, y castigar a su hermana, era un evento de suma importancia.

_Por cierto, viejo Nick, nadie sabe que estoy aquí, ¿verdad?,_ Sage miró a Nick a su lado.

_No joven amo,_ contestó Nick., _todo se ha hecho con extremo sigilo, sé que esta es una misión de código rojo,_ murmuró guiñandole el ojo sin parche a Sage.

_En efecto,_ le sonrió Sage mientras Nick le abría la puerta de la limusina., _Yo iré aquí, que los demás vayan en otro auto, al pequeñin no le gusta estar rodeado de gente,_ Sage señaló al pequeño can en su regazo y luego miró a través de la puerta abierta a su guardespaldas, _¿alquiló más verdad?,_ preguntó.

_Ya están en posición,_ contestó Nick mientras cerraba la puerta., _y joven amo..._ murmuró al final Nick.

_¿Sí?,_ Sage levantó la vista hacia su guardespaldas.

_¿Sé mantendrá donde mi ojo pueda verlo?,_ sermoneó Nick. A pesar de la forma en que se hablaban, Nick podía hablarle con confianza a Sage cuando quisiera, aunque casi nunca pasaba cuando estaba en servicio, cuando estaba en hora de trabajo para Nick, Sage era el joven amo.

Novios Al RescateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora