"𝘿𝙚𝙥𝙧𝙞𝙢𝙞𝙙𝙤" »𝙕𝙤𝙎𝙖𝙣« /ʷᵒˢᵗᵉᵛᵉ

●La Perdida Del Sentir●

→Capítulo #01: 𝐋𝐀 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐈𝐃𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑.

Cuando era pequeño, al rededor de unos 5 años, mi madre me contó la historia de dos amantes locos de amor, que sacrificaron todo por estar juntos. Ella jamás me contó su final, ni de que trataba específicamente, pero recuerdo haberle dicho que yo jamás sacrificaría mis juguetes o a ella por amar a alguien más.

Ahora estoy dispuesto a sacrificar todo por volver a sentir su amor.

Aunque ella ya no esté aquí.

...

Mis pies hacían eco en el silencio senil de los pasillos de la escuela, mis muñecas aún ardían y mi cara estaba roja, mis ojos cansados y de un vacío azul marino. Me hacían tener pinta de muerto...aunque, lastimosamente, no lo esté.

-Él es Sanji, ¿no?‐

-Escuché que el año pasado intentó suicidarse.-

-Wow, él se ve jodido.-

-Aparentemente nadie quiere estar con él-

-No es nada raro que nadie lo quiera, se ve deprimente.-

-Eso es porque el no puede sentir nada. ¡No tiene sentimientos!-

-¿Acaso no has visto a sus hermanos?-

-Shhh!, él está por llegar-

Las voces que insolentes susurraban a sus espaldas se detuvieron cuando él abrió la puerta del salón de clases. Las miradas cayeron en el como moscas a la miel y no se despegaron ni siquiera cuando soltó sus cuadernos y se dejó caer en su escritorio, en el cual dormía un chico de pelos negros que, ajeno a todo, roncaba y balbuceaba al dormir.

Suspiró.

Pero antes de que al menos llegara a ponerse sus audífonos una voz resonó entre todas.

--Escuché que su padre hizo experimentos con ellos y que por eso no tiene ninguna clase de sentimientos. Él nisiquiera debe poder sentir dolor-

Se quedo atónito, sus manos se apretaron y sus ojos se dilataron hasta casi volverse negros; ¿Qué mierda estaban susurrando esos idiotas? ¿Dolor? ¿Acaso ellos sabían lo que era el verdadero dolor?

Pero la puerta siendo azotaba por un fuerte brazo al entrar asustó a todos. Un chico de raro pelo verde y tres pendientes entró echando humo por las orejas y se poso delante de él...o más bien, del dormilón chico de pelo negro.

-¡Luffy!-bramó furioso y despertó al chico de un fuerte golpe en la cabeza.

La etiqueta de su suéter tenía como nombre Roronoa Zoro y decia que era de cuarto año.

El nombrado despertó con pereza y rasco sus ojos al mirar al imponente chico verde que aterrorizaba a la multitud.

-¡Oh, Zoro!-sonrió, como si ese chico no diera miedo y no acabara de golpearlo contra el escritorio.

-¡Devuélveme mi almuerzo!-gritó y tomó las pertenencias del chico.

Luffy se levantó de su asiento y le encaró sonriendo y tomando de las manos de Roronoa sus cosas, comenzando a forcejear.

-Sabes muy bien que tengo mucha hambre durante los recreos.-dijo Luffy.

-Y tú sabes muy bien que es lo único que tengo para comer en toda la tarde.-contestó el verdoso.