"𝘿𝙚𝙥𝙧𝙞𝙢𝙞𝙙𝙤" »𝙕𝙤𝙎𝙖𝙣« /ʷᵒˢᵗᵉᵛᵉ

●Final Alternativo●

→Final Alternativo: Comienza desde el capítulo 2.

Los truenos se escucharon desde afuera, la lluvia no paraba y sabía de ante mano que las gotas eran hasta más grandes que mis ojos.
Estaba sentado afuera del salón de clases comiendo de mi almuerzo con la desesperación que caracteriza a alguien que no a podido cenar porque llegaba tarde a clases.

Cuando acabé me senté recto y cerré mis ojos dispuesto a meditar todo lo que restaba de clases.
A mi mente vino ese chico que tanto quería, con una sonrisa que hace mucho no veo pintada en su rostro blanco y con su pelo rubio brillante bien peinada; lo vi moverse mientras sonreía y, por un momento, desee que eso fuera la realidad, y no sólo parte de mi imaginación.

La puerta siendo azotada me despertó de mi ensoñación, abrí mis ojos y espere encontrarme con alguien mojado llegando tarde a clases...pero no fue así, la puerta se había abierto por el viento. Me levante antes de que un maestro salga y me vea sentado en el piso, y cerré la puerta, no sin antes ver hacia afuera (el cielo realmente se estaba cayendo).

...

Pase gran parte de la tarde recorriendo los pasillos fríos de la escuela, cerrando ventanas para sentarme a ver a través de ellas o entrando a los clubes a ver a las demás personas entrenar en la clase de educación física.

Hasta que pude entrar a mi siguiente clase.

Mi tarde termino cuando el timbre de salida sonó y Luffy se acercó a mi con cara seria (algo raro de él), eso me preocupo.

—¿Que pasó?—pregunté.

—Vi a Sanji en la entrada esta tarde, pero hoy en la clase de Geografía no lo vi.—me explicó igual de seria que al principio.

Supe con solo verlo a los ojos que teníamos que ir a buscarlo, que no le importaba mojarse ni resfriarce; a mi tampoco siendo sincero.

Buscamos por toda la escuela, yo con el pensamiento en la cabeza de que estuve caminando por la escuela toda la tarde y no lo vi, luego salimos a afuera, con el viendo pegandonos en la cara y la lluvia fuerte mojando nuestras ropas y pelos, pero nada era más frío que ese sentimiento de impotencia que nos hacía sentir aturdidos mientras corríamos y gritabamos su nombre.

Ese día no lo encontramos.

Luffy no sabía llegar a su casa y yo nunca supe dónde vivía.

Nami dijo que nadie ebria la puerta en su casa y que al llamar a su casa, nadie le contestó.

[...]

Llovía de una forma abrumadora, como si el cielo se estuviera cayendo delante de mis ojos, me sentía caliente y abrumado, mi corazón latía tan rápido que sentía que en cualquier momento explotaría, también estaba desesperado, como si quisiera salir corriendo de ahí y entrar a esa gran casa para poder comprobar que eso que estaba viendo era mentira.