(TERMINADA) MILICIA CELESTIAL

01° PARTE

"- ¿Irás ahora?

- Iré, iré ahora. Solo no lo lastimes. Iré padre

El hombre chasqueó la lengua mientras movía su cabeza de un lado a otro.

- Mayor.-el hombre corrigió al hombre más joven, mientras que la mano de uno de sus subalternos sostenía a un chico flacucho del cuello, haciéndolo tragar tierra.

- ¡Iré Mayor!

- Bien ¿Qué estamos esperando? -El hombre viejo caminó delante de Ohm y hablando en un tono bajo, dijo ciertas palabras a su subalterno- Diviértanse con esa ramera -Sus ojos se dirigieron hasta Nanon, quien estaba noqueado. El joven de apenas 15 años luchaba por su vida en su inconsciencia.

Ohm no pudo escuchar sus palabras y aún con lágrimas recorriendo sus mejillas, no volteó para ver a Nanon.

Subió al auto militar junto al hombre que lo procreó y a lo lejos escuchó el grito desesperado de Nanon, cuando quiso voltear, asustado, todo estaba oscuro."

Despierta de golpe y trata de luchar con lo que haya a su alrededor, pero no hay nadie. Ha sido solo una pesadilla que vuelve a recordarle su pasado. Se sienta y empieza a desfogar su rabia contra cualquier cosa que esté a su lado.

❃❃❃

Pelear contra los enemigos en la frontera es realmente divertido para él. Su horario de dormir y el de despertar, depende del tiempo en que los enemigos se les antoje atacar. De cierta forma y hasta cierto punto, es gracioso.

El entrenamiento para llegar hasta donde está, ha sido bastante riguroso. Al inicio era exhausto, pero el cuerpo se acostumbra. Su padre, un militante norcoreano, aquel que dejó a sus propios hijos con su hermana, quien salió despavorida de Corea del Norte a refugiarse en Corea del Sur, este hombre quien abandonó a su progenitora para irse con una mujer de su regimiento. Ver a la mujer que lo parió, morir de amor, fue una de las peores experiencias que lo hicieron odiar a su padre.

"Que mujer más estúpida. Dejarse morir de amor, demasiado cobarde. Tenías 3 hijos que cuidar y simplemente te dejaste morir. Te importó más esa mierda que me engendró, qué tus propios hijos. "

Ha pasado su vida corriendo de un lugar a otro desde que tiene memoria. Primero con su tía, y ahora en la guerra con 28 años.

Por lo menos aquí... no te recuerdo.

- Comandante! (*) -Un soldado de mis tropas hace el saludo militar cuando se dirigen a él, que consta de colocar la mano derecha en la sien, con la palma hacia el rostro- Sargento Primero Kang Dae, de la brigada sur, ¡Nos están atacando Comandante!

- ¿...? -Ohm miró con burla a aquel sargento. Su mirada mostraba incredulidad con cierto sarcasmo.

- ¡Requerimos su presencia en las cercanías de la frontera con Corea del Sur, Comandante!

- Solo habían pasado unas cuantas horas desde que vinimos de una misión, donde perdí un hombre por su propia ineficacia, y tú -Ohm hizo una pequeña pausa- me dices que Corea del Sur los está atacando -Su voz era suave, pero todos sabían que esa voz anticipaba un castigo severo.

Ohm caminó alrededor del sargento unas cuantas veces y sin ningún sonido de alerta, un poderoso golpe hizo caer al sargento de rodillas, para luego patear su estómago unas tres veces. Los golpes fueron tan fuertes, que el hombre apenas pudo apretar los dientes.

-Si después del entrenamiento que te darán mis perros (subalternos), y si es que sobrevives, puedes venir a rogar por tu regimiento y, si es que se me apetece, ir a salvarlos.

Diciendo esto, le dio una patada en la cabeza. Silbó y un soldado entró para llevarse el cuerpo

- Comandante!

- Con los perros -Este soldado levantó sobre su hombro al sargento, quien sangraba profundamente, pero solo bastó que Ohm lo miraba por sobre su hombro, para que el soldado cogiera una de las piernas del sargento y lo arrastrara, como si llevara un saco de basura- Si sobrevive, puede volver.

En el ejército, a Ohm se le conocía por ser un militar frío, sin una pizca de humanidad. Aparte de esto, era un ser homofóbico. Si se enteraba que uno de sus subalternos era 'maricón', como él los llamaba, entonces debería darse por muerto. Y si algún soldado trataba de sobrepasarse con algún otro soldado de su tropa, entonces no lo mataría, pero su vida sería atroz. Su entrenamiento sería uno de los vomitivos que el ejército ha podido tener. Comer mierda humana era uno de los castigos que había practicado con algunos soldados que trataron de sobrepasarse con otros.

Su cuerpo era un arma letal hasta para sus mismos soldados. No había persona que lo hiciera enojar y no recibir un 'entrenamiento' de su parte, así era como llamaba a los castigos.

Los días pasaron y el sargento logró sobrevivir a los 'perros'. Pero para cuando salió, era bien sabido que su pelotón ya había muerto.

El hombre lloró con todas sus fuerzas, mientras Ohm se deleitaba con el sufrimiento ajeno.

-Es tu culpa que todos hayan muerto.

Arrojó una foto a los pies del sargento, este solo pudo sollozar hasta perder la razón. Aquella foto mostraba los cuerpos mutilados de los soldados que estaban a su mando.

- Tú no eres humano.

Ohm sonrió de lado, acostumbrado a este tipo de 'halagos'.

- ¿Cómo mierda te enlistaste? ¿Se la mamaste a algún superior?

El sargento sacó la fuerza que le quedaba, para golpear a Ohm, pero este se movió solo unos milímetros y el sargento fue a parar al suelo. Ohm puso su bota en el cuello de este y enterró la cara del sargento hasta dejarlo noqueado.

(*) En algunos países le llaman Mayor.