(TERMINADA) MILICIA CELESTIAL

12° PARTE

El tiempo lo borra todo, pero también trae de regreso los sentimientos y recuerdos. Nanon lo tiene muy claro y Ohm también.

– Casi dos años Non, y ellos siguen buscándonos.

– Me has tenido raptado 2 años.

– Ni tan raptado mi vida.

Tanto Ohm como Nanon habían desaparecido del radar de los que los buscaban.

– ¿Ya vas a aceptar ser mi novio? Sinceramente es increíble que no lo seas si hasta hemos fornicado de lo más rico. Auch… Non, me dolió.

Nanon miró muy feo a Ohm, porque este tiene la boca muy floja.

– De eso se trataba. Eres muy bocón.

– Imagina si no lo fuera ¿Cómo podría meterme en la boca todo tu pene?

Nanon levantó el jarrón que estaba a su lado.

– Ok, ok, ya me calmo.

Ohm no paraba de reír mientras Nanon miraba su celular.

– Pero es la verdad, ambos nos hemos hecho la felación, hemos tomado los dos roles de activo y pasivo en diferentes ocasiones.

– ¿Por una sola vez puedes dejar de ser tan descriptivo?

– Oww mi bebé se ha puesto nervioso.

Nanon movió la cabeza sin sonreír.

– ¿Ya vas a aceptar ser mi novio?

– No.

– ¿Por qué no?

– Porque no.

– ¿Pero por qué no? ¿Es porque no hemos tenido citas? Si no las hemos tenido es porque tú no quieres.

– ¿Sabes que nos pueden encontrar? Idiota.

– Mi bebé ya se enamoró de mí, por eso ya no quieres que nos encuentren.

Nanon dejó el celular a un lado.

– No imbécil, si nos encuentran nos van a matar o castigar de la peor forma posible, porque es como si hubiéramos desertado ¿Tu pequeño cerebro lo entiende?

Ohm lo pensó, Nanon tenía razón pero sinceramente no le importaba. Estos dos años al lado de Nanon, han sido los mejores de su vida.

Nanon encendió el televisor y en las noticias anunciaban que el combatiente llamado Max y sus hermanos Earth y Goong Pawat, estaban siendo buscados por los militares por haber desertado a su gobierno. No solo eso, se ofrecía recompensa monetaria por sus cabezas.

– Mira, si entrego tu cabeza me volveré millonario. Puedo decir que me has  secuestrado, lo cual es verdad...

– Secuestrado… –Dijo entre risas Ohm– Bien rico que gimes cuando te la meto y me dices ahora que estás secuestrado.

La risa estruendosa de Pawat hicieron que Nanon cerrará los ojos mientras unas ganas infinitas de ahorcarlo se apoderaban de él.

Cuando giró, Ohm ya estaba preparado para sostenerlo y colocarlo debajo de sí, posicionando su rodilla entre las piernas del otro.

– ¿Vas a negarlo? – Preguntó con voz ronca.

Nadie dijo nada más, en aquella sala solo se escuchaba el golpeteo de ambas pieles chocar contra la otra. Gemidos crudos de dos hombres haciendo el amor y sexo rudo.

– ¿Cuánto tiempo tengo que esperar para que aceptes ser mi novio?

– Hasta que me muera.

– Entonces tenemos mucho tiempo.

Nanon sonrió mostrando aquellos bellos hoyuelos y Ohm amaba verlo sonreír.