Salus

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Yoongi se quedó un rato más hablando con sus amigos y el tiempo se les pasó, ya casi todos se habían ido, incluyendo a su familia. Se despidió y vio a los demás irse, dejándolo solo en el estacionamiento.

Estaba buscando su caja de chicles de menta cuando vio de reojo al lindo chico castaño de servicios, se lo había quedando viendo varias veces en el almuerzo, se veía pálido y parecía estar a punto de desmayarse mientras se sostenía el costado de su abdomen bajo. En el momento en el que Yoongi levantó la mirada, el chico cayó duramente en el suelo, no muy lejos de él. El pelinegro salió rápidamente de su auto para socorrerlo, el castaño se había golpeado la cabeza, no tenía ninguna herida sangrante pero estaba ardiendo en fiebre, tomó su pulso y este estaba un poco acelerado. No había nadie al rededor, así que con esfuerzo levantó al chico y lo llevó hasta su auto que afortunadamente estaba a pocos metros. Casi haciendo malabares logró abrir la puerta del copiloto, sentar al chico y ponerle el cinturón de seguridad, subió rápidamente al asiento del conductor y se dirigió a la clínica más cercana. Afortunadamente esa era la clínica de los padres de Jimin y prácticamente todos lo conocían.

Cuando estaba entrando al estacionamiento de urgencias el hombre castaño despertó repentinamente y gimió de dolor.

—¿Dónde estoy?— dijo el chico con voz adolorida, volteó hacia donde estaba Yoongi y abrió completamente sus ojos por la sorpresa.

—Te desmayaste y tienes fiebre, así que te traje al hospital.— dijo Yoongi dándole una corta mirada.

Antes de que el chico castaño pudiera  contestarle, el más bajo salió del auto y abrió la puerta del copiloto, ya había un auxiliar con una silla de ruedas listo para para llevarlo. Con ayuda del pelinegro y el auxiliar logró subirse y fue llevado inmediatamente al área de urgencias, le dolía tanto que no podía evitar que las lágrimas y quejidos salieran de él.

Llegaron al área y lo pusieron en una camilla. Un doctor le preguntó qué sentía y él sólo podía contestar que le dolía mientras agarraba su costado en un intento de apaciguar el intenso dolor.

—Se desmayó y también tiene fiebre—  agregó el pelinegro con preocupación en su voz.

A Seokjin le pareció escuchar la palabra "apendicitis" así que lo llevaron a una sala en la cual le hicieron lo que parecía una ecografía con la cuál confirmaron que era, en efecto, apendicitis y debía ingresar a cirugía lo más pronto posible.

En algún punto el pelinegro que lo acompañaba había desaparecido. Seokjin imaginó que se quedó en la sala de espera o que se había ido.

Lo prepararon para la cirugía y esta empezó poco después.




Yoongi estaba en la sala de espera cuando un enfermero se acercó a él para entregarle las pertenencias de Seokjin, su ropa, teléfono y billetera, dentro de una especie de bolsa de plástico. Aprovechó el momento para subir hasta la oficina de la señora Park que afortunadamente se encontraba ese día en la clínica.

Tocó la puerta y fue recibido con un 'pase', una cálida sonrisa se extendió en el rostro de la mujer cuando vio al pelinegro abrir la puerta. La señora Park era extremadamente cariñosa, especialmente con los amigos de su hijo que habían sido sus pacientes cuando eran niños. La mujer era una increíble pediatra con el don de ser amada por todos.

Yoongi entró a la oficina y se sentó en la silla en frente de la mujer mayor, no sin antes darle un abrazo.

—¿Qué te trae por aquí? Al fin has venido a visitar a esta pobre vieja.— dijo la señora Park tan alegre como siempre era.

—Pasó algo cuando venía de salida...

Yoongi le contó todo lo que había pasado con el chico de servicios.

—Pobre muchacho, espero que se ponga bien pronto. Aunque... No conocía ese lado tan heróico tuyo Yoongi. Estoy orgullosa.— dijo con una sonrisa la mujer.

No era un secreto para ninguno de sus amigos cercanos y familiares que Yoongi no era precisamente la persona más humilde y servicial del mundo. No lo malentiendan, no era un ogro egoísta, simplemente ignoraba muchas cosas que pasaban fuera de su círculo. Hacía algunas donaciones o iba a eventos benéficos pero nunca algo tan directo.

Yoongi se encogió de hombros.

—Ni siquiera yo era capaz de dejar al pobre hombre ahí desmayado—





Cuando Seokjin despertó se encontraba en una habitación del hospital y una enfermera estaba cambiando el medicamento de su intravenosa.

—Oh, veo que ya despertaste. Todo salió muy bien así que no tienes nada de que preocuparte.— la enfermera le sonrió cálidamente —Iré a decirle a alguien que te traiga tus cosas y le avisaré al chico que te trajo.—

Seokjin abrió sus ojos sorprendido, ¿el hombre pálido estaba esperando a que despertara?

La enfermera salió sin más y a los pocos minutos llegó un auxiliar con su ropa y demás cosas dentro de una bolsa plástica sellada. Segundos después apareció el pelinegro y se sentó en el pequeño sofá que había en la habitación cerca de su camilla.

—¿Cómo te sientes? Deberías llamar a tu familia ya llevamos un par de horas aquí.— dijo tranquilamente el hombre como si no lo hubiese traído de urgencias a la clínica.

—Muchas gracias y lo siento mucho— dijo apenado intentando hacer una reverencia incluso acostado lo cual le generó dolor por su reciente operación.

—Hey, hey, está bien. No te preocupes por eso. No te muevas.— respondió el pelinegro.

—En serio, muchas gracias por ayudarme.—

—No es nada, cuando llegue alguien por tí me iré a casa, así que dejé mi tarjeta en tus cosas por si tienes alguna duda. Ahora llama a tu familia y dile que estás en la Clínica Moon. Si necesitas algo más puedes tocar el botón de las enfermeras. Hasta pronto.— dijo en tono algo serio y sin más se marchó por la puerta de la habitación.

Seokjin pensaría sobre el tal Min después, tenía algunas llamadas por hacer.

🏗️

Un besito a todos, gracias por leer 🥺💜

Ari 💜

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2022 ⏰

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