𝓓í𝓪 3: 𝓗𝓸𝓰𝓪𝓻.

689 49 10
                                    

Después de un largo día atendiendo a varios cazadores heridos, Shinobu tenía su espacio para experimentar sus potentes venenos. Algunos que incluiría en su niichiri.

-Shinobu-sama... -Aoi deslizaba con cuidado la puerta de la habitación para dirigirse a su superior- Tomioka-sama acaba de llegar.

A ella se le hacía un poco raro, habían entablado un tipo de relación amorosa, eran solo las chicas de la finca quienes sabían sobre éste pero. Para ella era raro que estuviera en ese momento ya qué, se encontraba en una misión demasiado lejana.

-Haz que pasé.

La chica de las dos coletas solo hizo una reverencia a su superiora y se retiró, no sin antes cerrar la puerta. Shinobu empezó a guardar sus apuntes y sus libretas con los ingredientes de sus venenos.

Se miro en su pequeño espejo arreglando un poco su cabello, estaba un tanto nerviosa. No era de demostrar sus sentimientos, era muy cerrada en el tema de emociones.

Escuchó un ligero golpe en su puerta, era él, se levantó para deslizar la puerta. Ahí estaba el haori multicolor frente a sus ojos, pero estaba un poco herido, tenía golpes y unos cuantos rasguños en su rostro.

-Giyuu-san.

-Disculpa las molestias Kochou yo...

-Cariño, te he dicho que empieces a llamarme Shinobu. To-mio-ka-san- Empezó a picotearle el pecho pero lo jaló hacia dentro de la habitación para curarlo- Te empezaré a curar y me cuentes de tu misión.

Él solo asintió.

Giyuu dejó su haori junto al de ella, comenzando a limpiar los rasguños en su rostro y moreton que tenía visible en su mejilla.

-Pensé qué, volverías en tres días.

Hacia pequeños golpes en sus diminutas heridas, su cabeza recostada en su regaso. Se sentía como un niño siendo consentido por su madre, en este casó él era consentido por la mujer más hermosa de su pequeño mundo.

-Termine antes el trabajo y... -Hizo una pausa- Quería verte.

Las últimas dos palabras las dijo en un susurró, solo quería que fueran escuchados por la chic con el broche de mariposa.

La aludida se encontraba con un ligero sonrojo en sus mejillas, terminando de curar a su paciente favorito para que este se levantará.

Ambos sentados en sus rodillas frente a frente, no pudo evitar Giyuu dar el primer pasó, acariciando sus mechones con toques púrpuras en las puntas alcanzando a presionar sus labios con los de ella.

Empezando una danza tan delicada acariciando el labio interior para que abriera un poco su boca dándole acceso a su lengua caliente, haciéndola estremecer por dicho acto.

Ella tembló ante tan buena atención, se acercó un poco más apretando su pequeño cuerpo al de él. La temperatura empezaba a subir en la habitación.

Pero Shinobu lo empujó un poco lejos, ambos con las mejillas torneadas de un color carmín.

-Podemos esperar para el momento de hacer el amor, en la noche.

Le guiño el ojo derecho, haciéndolo estremecerse y gruñir por lo bajó, una erección demasiado dolorosa. Una en el cuál Shinobu deslizó la puerta, dejando a la luz la silueta de su cuerpo.

-Vayamos a darte algo de cenar cariño.

Lo incitaba a que siguiera sus pasos, él como buen hombre la siguió. Era raro verse sin sus haoris, Shinobu entró junto a su pareja pilar.

Empezó a buscar entre las bolsas del mercado, empezando a cortar los vegetales y el pescado. Giyuu contemplaba la silueta de su novia, era tan elegante, tan hermosa y tan deslumbrante.

¿Hace cuánto estaba enamorado de ella?

No lo sabía.

Pero sus jugueteos no cesaban, éso era un hecho y no quería que lo hiciera, disfrutaba cada broma y pinchazo que le hacía.

Sabía que muy en el fondo ella lo quería tanto como él lo hacía.

-Listo Giyuu-san, te preparé tu comida favorita.

Sirvió el plato junto a sus palillos de madera, el olor era reconocible. Al acercarse a ver el bowl de color negro se dio cuenta de lo que era. Daikon con salmón.

Tomó con cuidado el primer pedazo.

-Gracias por la comida.

Probó el primer bocado.

-Delicioso.

Hacia un tiempo que había quitado su palabra de comer alguna cosa cocinada por la Kochou menor, ya no dudaba ni un poco en que lo envenenara.

¿O sí?

No esas palabras ya no pasaban por la mente de ella en envenenarlo, era tan adicta a las caricias y su aroma impregnado en su cuerpo.

Su tarde se pasó en jugueteos, bromas y unos cuantos coqueteos de parte de la chica con broche de mariposa. Pero llegada la noche, Giyuu estaba desesperado por romper las vendas que cubrían sus montañas bien formadas y de un tono nivea.

Su piel blanca marcada por unos cuantos chupetones, la espalda arañada del aludido, los gemidos no se hicieron esperar por los movimientos circulares que él le hacía.

-Cariño...

Enredadas sus piernas en su cintura mientras era llenada por el miembro de éste, quién tocaba su alma.

-Te amo Shinobu.

Ella esperaba esas palabras desde hace un tiempo, cambió la posición para empezar a dorminar a su novio. Subiendo y bajando sus caderas mientras la única testigo de su amor incondicional era la Luna, la única testigo que presenciaba él momento en que su noche empezaba y terminaba en una cálida noche.

Un verdadero hogar, el cual los dos habían perdido hace tiempo pero, por azares del destinó ellos se entendían completamente. Disfrutarían de este pequeño hogar que habían creado para ellos y las demás niñas en la finca, harían feliz al uno y el otro hasta que la muerte los separe.

Fin.

🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸

Bueno, cada vez son más cortos los capítulos pero, me siento feliz de hacer material para mi shipp 🛐💕

También agradezco sus bonitos comentarios y pues, que también quieren sex0 en ésto xDDDD

Les cumplí un poco pero, no tan detallado como acostumbró pero...

Es trabajo honesto.

Dedicado a mi amiga Yoari que sabe que la quiero mucho 💓💓💓💓💓

Espero les haya gustado.

Y qué, ¿Merezco review?


30 𝙳𝚒𝚊𝚜 𝙶𝚒𝚢𝚞𝚞𝚂𝚑𝚒𝚗𝚘 ᰔᩚɞDonde viven las historias. Descúbrelo ahora