Chicas Kimetsu No Yaiba (Escenarios Yuri)

Shinobu, Kanae, Kanao

Advertencia: el siguiente escenario no es apto para sensibles, se tratan temas inadecuados.
A pesar de eso no se intenta promover ni normalizar ninguna conducta de este tipo, todo queda en la ficción y nada más.
Si te disgusta puedes pasar de él.

Kanae Kocho era la porrista más famosa de toda la escuela.
Las clases no eran lo suyo, pero el baile y el deporte eran su fuerte.
A pesar de eso su carácter era dulce y endeble como la miel.

Yo en cambio era una matadita más, mi salud mental dependía de entregar todos mis trabajos a tiempo y cuando no lo hacía caía en depresión, algo que para muchos podía ser una exageración pero solo yo sabía lo mucho que me afectaba realmente.
Aunque también tenía otro lado, un lado muy perverso que nadie conocía. Aunque claro nadie lo notaba por mi apariencia de angelito.

Kanae era tan despreocupada y precisamente por eso comenzamos de una mala manera.
Cierto día me tocó hacer un trabajo en grupo, ella estaba en el mío.

Me aseguré de que todos los integrantes cumplieran con su parte, pero nunca recibí la de Kanae.
El día del proyecto se acercaba y ella no había hecho una mierda.

Fue entonces que decidí enviarle un mensaje de texto. De verdad no quería hacerlo pues sabía que terminaría en una discusión, pero claro, la escuela era más importante.
Me armé de valor y redacté un mensaje muy respetuoso y directo, mensaje que nunca abrió.

Creí que yo estaba siendo demasiado impaciente pero después de dos días me desesperé por completo y más porque cada que entraba a su chat me aparecía "en línea" y aún así nunca abrió el puto mensaje.

Cierto día traté de hablar con ella en la escuela pero me resultó difícil.
Primero porque siempre, siempre estaba acompañada de alguien y no porque ella lo buscara, sino que las personas iban hacia ella como mariposas al jardín.
Lo segundo es que yo era demasiado cobarde y con eso no había mucho que se pudiera hacer.

A la salida hubo un momento en que por fin de quedó sola.
La vi ahí parada con su mochila y una bolsa que parecía tener ropa adentro.
En menos de cinco segundos ya se estaba yendo, no lo pensé más y la seguí hasta los baños.

Para mi sorpresa los baños se encontraban vacíos o eso creía hasta que escuché algo inusual.

-Ahhhg, sí, sí
Más... ¡más rápido!

-Ahgg, eres tan buena, sigue así

Aquellos gemidos provocaron un escalofrío en mi cuerpo, por un momento me congelé pero mi curiosidad era mayor, así que avancé cuidadosamente con intención de averiguar lo que estaba pasando aunque en mi mente solo podía ser una cosa.