Capitulo dos

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- ¡La misión fue cumplida con éxito! - se exaltó el rubio, quien se encontraba sentado en el sofá de su amiga, Hange Zoe, una ex compañera de universidad y secundaria, a quien conocía ya hacía bastante tiempo, al igual que a Levi. El sostenía su segunda cerveza de la noche en su mano. A su lado se hallaba el Ackerman, que lo miraba con algo de confusión.

- ¡Ahora solo falta enfrentar al gran jefe! - le siguió el juego la castaña, quien no comprendía muy bien el contexto.

- Así es Hange, debo... - hizo una pausa dramática. - invitarla a salir. - su rostro se puso serio, como si de una película de terror se tratase.

- ¿El jefe final no sería más bien su primera cita? - intervino el de menor estatura.

- ¿Cita? ¿Quien tendrá una cita? - Hange, con rostro de confusión, no estaba realmente enterada aún del asunto de Erwin y la chica que le gustaba a más no poder. Habían llegado hacía un par de horas, y el más alto se había dispuesto a beber esa noche, como si el alcohol le fuera a dar valor para enviarle nuevamente un mensaje.

Se habían estado mensajeando un poco los días anteriores. Y ese fin de semana, el quiso invitarla a salir, pero nuevamente le dió a entender que estaría realmente ocupada como para aceptar. Algo le había explicado de unos exámenes muy importante que la traían realmente ansiosa, y que estaban consumiendo su tiempo casi en su totalidad; por lo que el no quiso insistir. Y ese día, sábado, no le había hablado aún. Sentía que la interrumpiria o algo por el estilo, y no quería ser molesto.

- ¿Acaso el enano consiguió novia? - se burló la de lentes.
- No, cuatro ojos tonta. - suspiro con un poco de estrés por su amiga. - El cejon está interesado, más bien, ¡Obsesionado! Con una chica que va al minisuper en el que trabajo. - Erwin lo miro con un poco de odio.
- ¡Owww! Pero que adorable rubiecito.
- Pero la chica lo sigue rechazando, yo digo que se busque a otra. - está vez se había pasado un poco con su molestos y bromistas comentarios. Erwin se giró a mirarlo y le dió un golpe seco en la cabeza, a lo que Hange se rió.
- ¡No me está rechazando! - hizo una pausa y quedó pensativo. - o al menos eso creo...

La realidad era que aquel rubio, por más que parecía atractivo, seguro de si mismo y optimista, llevaba consigo mucho pesimismo interior. Algo de miedo. Y ya se había planteado la idea de que quizás t/n lo estuviera evitando. A lo mejor ya salía con alguien, no estaba interesada y no quería ser descortés con el. A lo mejor solo no estaba interesada en el de esa forma. O a lo mejor...

- Es lesbiana. - soltó Hange, para luego darle un sorbo a su bebida, con aires de superioridad, como si hubiera revelado una verdad obvia.

Ambos hombres miraron fijamente a la castaña, con sorpresa y confusión ante tal declaración. Levi casi escupió su té. Aún no comprendían que tenía que ver una cosa con otra realmente, y no estaban seguros de que su amiga estuviera captando el contexto del que estaban hablando.

- Sácale la botella, Erwin. - Levi miro al rubio con algo de preocupación por la sobriedad de la chica junto a ellos. - Cuando se embriaga comienza a golpear cosas, sabes cómo es. Y ya está desvariando.

- ¡Yo no desvario! - dejo su botella de cerveza sobre la mesa, dando un golpe con ella. - al menos no siempre. Y mis suposiciones siempre son acertadas, enano.

- ¿Entonces como carajos llegaste a la conclusión de que ____ es lesbiana? - el más alto se frotaba las cienes de su cabeza, casi estresado.

- ¿Y cómo estás tan seguro de que no lo es?. - esto logro perturbarlo. - ¡Ninguna chica estudia tanto en la universidad! Mírame a mí. - no se había dado cuenta que en realidad se insulto por si sola.

Números | Erwin SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora