-¡William!- Gritaban los chicos que corrían detrás de él, el pobre muchacho no podía soportar más el cansancio, pero si se detenía probablemente acabaría muerto -¡Puedes correr todo lo que puedas, pero te atraparemos!- Se detuvieron tras esa ultima frase dejando libre al castaño, al menos por hoy.
Agotado y con falta de aire, decidió sentarse en una roca que había por el bosque donde vivía. Mientras intetnaba recuperar el aliento, con sus codos en las rodillas y las manos en la frente se percató de una gota roja que cayó en una hoja del suelo. Se miró el brazo derecho y encontró un corte algo profundo que gracias a la adrenalina de ser perseguido no se percató hasta ahora.
Se levanto de la piedra para dirigirse a su casa; era una vivienda bastante antigua y grande la cual pertenecía a sus padres que, tras morir años atrás la heredó como recuerdo. Se cruzó con unos niños de no más de doce años riendo y corriendo en dirección contraria a él, le resultó curioso ¿Qué hacen unos niños por aquí? Pensó.
Al cruzar los árboles que tapaban la casa, supo porque estaban aquellos críos en su territorio. Los cristales de las ventanas estaban rotos, había frases y palabras escritas Puto loco, El mundo está mejor sin ti
Realmente eso afectaba a William de una manera muy fuerte, pero nunca dejaba que nadie lo notara, excepto su mejor amiga Cath, la cual salió de prisión meses atrás por robar unas medicinas que necesitaba para curar el brazo del castaño ya que unos chicos le apalizaron.
Ella era la única que le comprendía tanto a el como su trabajo. Trabajaba en el hospital como recepcionista, pero a veces se quedaba hasta tarde para leer algunos informes sobre autopsias de los pacientes para que algún dia pudiera ser forence.
La gente le llama loco por practicar con animales, porque realmente es de locos, pero él lo veía como algo normal para practicar. Cath le apoyaba, los demás le pegaban.
Él rumor se expandió gracias a un grupo de niñas que fueron a pasar un fin de semana cerca del bosque y al dar una vuelta, se toparon con William haciendo uno de sus experimentos en el jardín de su casa. Obviamente salieron gritando asustadas, aquella imagen era algo asquerosa; Un muchacho cubierto de sangre mientras abre la tripa de un conejo ya fallecido. Algo horrible de ver.
Al día siguente todo el mundo comenzó a mirarle peor, le trataban de bicho raro, le pegaban, insultaban, herían. Se hacía el fuerte, pero no siempre se puede aguantar el dolor luego de intentar ocultarlo por días, el dolor se hace fuerte y eso a William le provoco que cada vez sintiera menos empatia por la gente, porque ess personas le demostaron que no la merecían.
Mientras limpiaba los cristales de su casa, encontró madera enterrada en el suelo. Fue a por la pala y comenzó a cavar hasta que aquel trozo de madera se convirtió en una puerta, lamentablemente un candado impedía la entrada a esta, pero William no permitió que la curiosidad se apoderara de él así que busco un hacha y destrozó el candado y parte de la puerta.
Estaba oscuro y lleno de polvo, una bombilla colgaba del techo así que la encendió y por suerte aún funcionaba, pasó su mirada por aquella habitación observando así una cantidad incontable de frascos llenos de lo que se podría llamar líquido marrón y algo transparente.
El castaño se acercó a la estantería para ver mejor lo que quellos frascos contenían. El hedor de aquella habitación era horrible, tanto que ya había provocado más de una arcada al muchacho, sus ojos lagrimeaban por culpa del ambiente pero pudo soportarlo unos miutos más antes de descubrir lo que aquella sala contenía.
Salió a toda velocidad hasta el exterior cerrando las puertas con fuerza y rapidez, las cubrió con hojas y ramas hasta que era imposible averiguar que había una habitación ahí fuera.
ESTÁS LEYENDO
PARALLELS II Larry Stylinson
Mystery / ThrillerHarry es un muchacho que estudia criminología en la universidad, un día tras recibir una paliza la noche de Halloween encuentra unos documentos en la casa abandonada de los Tomlinson, entonces empieza a investigarlos. Ahí conoce a Louis, un chico cu...