•5•

167 20 0
                                    

"Aunque te de mi confianza, aun tengo miedo de lo que hagas con ella"

El resto del día pasó sin mayores complicaciones, mi pequeño dilema no me volvió a molestar como lo hizo en un principio... Sino que ahora, fue reemplazado por el pensamiento de que  iba a cometer una locura.

Cuando las clases terminaron, regresé a mi hogar, abriendo con mi propia llave, pues tenía entendido que ni mi hermano ni mi madre tampoco estarían en casa hoy.

Al ingresar a mi hogar, comprobé que aquello era cierto, pues las luces estaban apagadas y no se escuchaba ningún sonido, salvo los que provenían de fuera y los que yo hacía.

Dejé mi mochila en el sofá de forma temporal y fui a la cocina, eran las 2:47 pm y el hambre ya se había hecho presente.

Abrí el refrigerador, donde había un táper con estofado, junto con una nota de mi madre que decía que calentara aquello para poder comer, cosa que no me agradó del todo, pues no era una gran fanática de comer estofado.

- (¿Enserio tenemos que comer... Eso?) - Escuché dentro de mi cabeza

- A mi tampoco me agrada la idea, pero... - fui interrumpida por mi propio estómago, cosa que me avergonzó a pesar de estar yo sola - No tenemos de otra

- (Ugh... Al menos la que come eres tu y no yo...)

Rodé los ojos mientras tomaba el táper y para luego meterlo al microondas, lo dejé ahí por unos minutos y luego lo serví en un plato.

Comí más por hambre que por gusto, pero logré terminarme todo, recogí los cubiertos que usé y los lavé.

Fui a la sala donde dejé mi mochila, la tomé y subí a mi habitación. Me cambié el uniforme por una ropa más cómoda y holgada, también saqué mis libros y apuntes de mi mochila, algunos los guardé en mi estantería y otros, aquellos en los que tenía tarea, los dejé sobre el escritorio.

Empecé a hacer mis tareas, cosa que me llevó menos de un par de horas, y cuando los últimos rayos del sol bajaban por el horizonte, terminé de resolver todos mis deberes con la escuela. Ordené mis cosas nuevamente y guardé en mi mochila los libros y apuntes de las asignaturas del día siguiente, para cuando terminé y miré por la ventana, la luna ya se estaba asomando.

Tan pronto me percaté de ello, me dejé caer sobre mi cama.

- Ahhh... - suspiré a la vez que era recibida por las sábanas, no tenía nada que hacer, y no me apetecía ver mi teléfono ni ver algo en la TV

- (Ya que no tenemos nada que hacer... ¿Practicamos con el piano?...) - escuché la dubitativa voz de Lía, inconscientemente dirigí mi mirada al instrumento

- ¿Sabes algo...? - solo alcancé a decir eso, porque ella se apresuró en agregar algo más a lo que había dicho

- (Ya lo sé, mi opinión no cuen-) - esta vez, fui yo quien la interrumpió

- No, esta vez tienes razón... Deberíamos practicar 

Me levanté de la cama y me acerqué al piano, hasta posicionarme frente a el, todo bajo la sorprendida mirada de Lía.

- (¿E-Estás segura?...) - preguntó incrédula

- ... - dudé, no lo voy a negar, pero esta vez no me voy a echar para atrás - Sí, lo estoy

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 12, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi Otro Yo - AureliashippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora