Estamos muertos

Capítulo 9.

>Dos semanas antes de la hora cero<

Estaba muy feliz, por fin había sacado una buena nota.

Me quería despedir de mi novio pero el estaba con sus amigos, y cuando él está con ellos me incomoda ir allí.

Me adentré al auto, el chófer me saludó y ya por fin arrancó el auto.

Al llegar rápidamente me salí del auto no sin antes agradecerle por haberme traído, al entrar vi a mi madre y a mi padre mirándose fulminantes.

—¡Mamá, papá!—Dije llamando su atención, mamá bufo rodeando los ojos.

Papá solo me dio una sonrisa—Me saque nueve punto cinco, es una muy buena calificación—Dije emocionada.

—Felicidades hija, sabes que me enorgullece que ya te estes preparando ayudarme con la empresa—Dijo, yo hice una mueca bajando mi mirar.

Mamá dio una leve risa—Por dios, no le des falsas esperanzas a tu gorda hija. Si te hubieras sacado aunque sea un diez pues allí si podríamos estar orgullosos de ti. Si no te preocuparas tanto en comer pues quizá hubieras te hubieras estado  preparando para tus estudios—Dijo mirándome de arriba a abajo haciendo una mueca.

—No eres hermosa, no flaca. Tal vez si fueras inteligente eso te ayudará, pero ya vemos que no—Dijo.

—Lamento por no ser perfecta, pero hago todo lo posible mamá—Dije con lágrimas en los ojos.

—Pues no es cierto, nunca te esfuerzas, ya no tienes cinco años. Deberías de preocuparte en tus estudios, aunque sea haz una dieta estricta dejando de comer. Así no le gustarías a nadie, Por dios cariño, dile algo a tu hija.., ¿Que no te da vergüenza?—Dijo.

—¡Ya dejame en paz!—Dije entre sollozos yéndome rápidamente hacia mi habitación.

Pero aún así pude escuchar los gritos de mis padres peleándose, todo por mi maldita culpa.

—¡No le debes hablar así a la niña, aun está aprendiendo, no seas tan pesada!—Grito mi padre.

Escuche la risa amarga de mi madre—¡Eso es lo que pasa, tu la tratas como una niña cuando es una adolescente!—Gritó.

—¡Ya callate, mujer!—Grito mi padre.

—¡Tal vez si ella no hubiera nacido hubiera seguido mi carrera de modelo!—Grito mi madre, a los segundos se sintió un fuerte portazo, mi madre se había ido.

>Actualidad<

Mi barriga sonaba, tengo muchísima hambre pero no había comida.

—¿Que te pasa?—Dije alarmada al ver como Gwi Nam crujía su cuello.

—No me sucede nada, buscaré comida —Dijo levantándose del asiento.

—Puedo acompañarte—Dije también levantandome.

El negó—No vas a ayudar, esas cosas te comerán—Dijo seriamente.

—¿Tu como comerás? Sé que debes comer humanos—Dije mirándolo con temor.

—No sientas miedo, nunca te comería, o bueno, no de esa forma—Dijo dando una sonrisa arrogante, le di un leve golpe en su brazo—Puedo comerme a esos inútiles—Dijo.

—Na-Yeon es mía, esa idiota me lanzó ah.. —Dije, pero algo se me ocurrió.

Na-Yeon me había lanzado a los zombies en ese momento, ellos no me mordieron solo me siguieron por el ruido. Ella me puso el pañuelo de sangre de zombie en mi harída que yacía abierta.

Quizá podría ser igual que el, tal vez soy media humana y media zombie.., tal vez podría asesinarla sin que los zombies me comieran.

—No te entiendo, explicate—Dijo tomando asiento.

Yo asentí frunciendo el ceño.., si lo que digo es verdad, tal vez la podría matar.

—Ella.., Na-Yeon, me puso un pañuelo de sangre de zombie en mi herida, ella hizo que me lanzarán a esas cosas. Pero ellos no me mordieron, solo me olieron y al momento de correr solo me siguieron por el ruido—Dije.

El asentía intentando procesar lo que acababa de decir.

—Tal vez podría ser como tú, mitad zombie y mitad humano—Dije.

—Si tus ideas son ciertas saldremos allá, si te quieren atacar te protegeré y tambien los matarás con la navaja que te regalé—Dijo.

Yo asentí.

Tal vez.., solo tal vez podría ser como el....