♡ volkacio loving month ♡

día 6: mala idea [+18]

"Happy trails."

One-Shot.

—¿Esto es totalmente seguro?— le preguntó por última vez a Alanna, con la inseguridad a flor de piel levantó la cajita con varios productos de belleza.

—Pues, si. Yo lo hago todo el tiempo, por cualquier cosa solo hágalo rápido, para quitárselo de encima. —el ruso levantó una ceja en duda, de por sí a sus ojos, ya le estaba pareciendo lo más incómodo del mundo. 

—Vale... Igual, gracias por la ayuda Alanna. — la pelirroja sonrió viendo su jefe con las orejas ligeramente sonrojadas. Era realmente extraño verlo así de nervioso, y no le tomó poco tiempo a la subordinada intuir para qué eran esos productos.

¿A qué carajos se refería Volkov? ¿Qué tenía que quitarse de encima?

Apesar de la opinión popular, él era muy peludo en la región sur del abdomen. Sus vellos negruzcos se mezclaban con el grisáceo de sus canas, aún le hacía aparente el camino feliz. Se vio una última vez en el espejo, tocando con cuidado su abdomen y recordando una con. 

Su piel blanca, completamente desnuda contra el trasero moreno, su ropa interior blanca le daba fácil acceso, con el trasero expuesto, pero justamente solo quería abrazarlo.

Sus brazos le rodearon y él dejaba que las piernas de Horacio se entrelazaran con las suyas. Estaban así platicando hasta que dijo:

—Oye, me quiero tomar una ducha...¿Quieres ayudarme? — se oía la sonrisa en su voz encantadora, que después de los gemidos y gritos sonaba algo afectada.

—...¿Nunca haz tomado una ducha? — sintió un golpecito en su pecho por el chiste.

—Ja, ja. Muy graciosito, es porque quiero depilarme. —

—¿Te depilas? —

—Pues, si. ¿Pensabas que era lampiño o algo? —

—Uhh, no. Pues si tienes vellos y eso...Solo que están bien cuidados. —

—Exacto, la verdad es que lo hago porque me relaja. — al levantarse se estiró — y porque se me ven más bonitos los tangas así.

—¿Te gusta mucho la lencería...en los hombres? — Horacio le levantó una ceja en duda, extrañado.

—Eh, en realidad si. Me parece muy atractivo la verdad ¿Por qué la pregunta?— se rió mientras abría la gaveta del armario.

—Nada.—En realidad, él tenía miedo de admitirlo. Llevó bastante tiempo con miedo de admitir lo que le gustaba.

Los hombres, o más específicamente Horacio.

Así que todo era nuevo, al igual que la exploración de su sexualidad. Le daba vergüenza ser visto como inexperto. Había visto que Horacio tenía muchísima ropa, de vestidos, tacones, trajes y demás parafernalia. Y era demasiado intimidante, la manera que tenía en mente ese dominio total de quién era, al menos en ese aspecto de su identidad.