•°·˚୭ ❪💙❫ El Corazón del Mar ೃ࿐*･
❝𝐇ace miles de años,
hubo un enfrentamiento entre dioses.
El Dios de la Guerra
construyo un barco mágico,
que hasta el día de hoy
navega p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⊱━━━━━━━━━━━━━━━━━━⊰
CAPÍTULO 4
❝ DEBEMOS IRNOS ❞
⊱━━━━━━━━━━━━━━━━━━⊰
───────────────･｡ﾟ: ∘◦✦◦∘ : ｡ﾟ･───────────────
— ¡Ahí está!
Surgió la voz de un oficial junto con los pesados pasos de otros, estaban tratando de abrir la entrada que Jack había cerrado con llave al entrar. En segundos rompieron la puerta e invadieron la oficina, atentamente presenciaron un cuarto silencioso y sin evidencia alguna del reo.
— ¡El no está aquí!
— ¡Imposible! Ha entrado en la oficina, lo hemos rodeado, no hay forma de que haya escapado a menos que... Joseph salió al balcón y vio a Jack saltando entre los estrechos marcos de las ventanas—. ¡Toquen las campanas, el prisionero se da a la fuga!
Rápidamente se dirigieron a las campanas más cercanas y notaron que habían sido saboteadas, por lo que comenzaron a disparar, llamando la atención de los demás guardias en sus puestos.
Mientras tanto, Jack trató de esquivar los disparos y mantener el equilibrio, pero pronto fue sorprendido por los guardias en las ventanas a ambos lados mientras estaba en medio del fuego cruzado. Miró hacia abajo, y sin pensarlo dos veces se lanzó, sorprendiendo a todos.
Aterrizó en el techo de un carruaje, se sintió aliviado de que hubiera funcionado y luego se dirigió al cochero.
— ¿Te importa? —Jack sonrió.
— ¡¿que?!
El capitán empujó al cochero y tomó las riendas del carruaje, que no tardó en ser seguido por la guardia. Tan rápido como pudo, condujo el transporte por la ciudad, causando un alboroto y despertando a todos los que ya estaban descansando.
De repente, Jack soltó las riendas y volvió a subirse al carruaje, casi perdiendo el equilibrio, estaba de pie, esperando su próximo paso para escapar. Saltó sobre el letrero de una tienda de comestibles y, bajo la mira de la marina, saltó a un porche y entró en la casa.
— ¡Aaaah! —Una mujer semidesnuda gritó alarmada tan pronto como notó al pirata en su habitación.
Se detuvo y la miró de arriba abajo.
—No está mal, señorita —Sonrió, corriendo de nuevo en la secuencia, saltando otra ventana.
El capitán corrió torpemente sobre los techos de las residencias y establecimientos, estaba seguro de que pronto estaría libre de la persecución, pero fue sorprendido por un vigilante que tenía por puesto la azotea de una iglesia.
