VI.- Amenaza

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Derek se arregló por décima vez la camisa, estaba frente al loft de Stiles. Después de la boda él los acompañó a casa y como le prometió al castaño volvió por su cita. Decir que no estaba ansioso por su cita sería mentir, lleva esperando por algo así desde hace años.

Aún quería averiguar la razón por la que Stiles parecía tenerle tanto enojo a la manada, los conoce y sabe que solían ser unos idiotas que arruinaban las cosas sin siquiera darse cuenta. Incluso siguen siéndolo de vez en cuando hoy en día.

El castaño lo recibió con una sonrisa adornando su rostro mientras que Mitch se colgaba de su pierna.

- Hola Derek, adelante. – le dijo mientras se movía hacía un lado para que el mayor entrara.

- ¡Der! – exclamó Jeremy mientras corría hacía el mayor con una gran sonrisa adornando su rostro. El mencionado tomó al niño entre sus brazos sin evitar sentir ternura al verlo vestido como Stiles cuando era un adolescente con una camisa de cuadros.

- Hola Jeremy. ¿Te has portado bien?

- Sip. – le respondió el menor mientras jugaba con el cabello del mayor.

Stiles solo podía sonreír ante esa escena.

Él amo a su esposa con todo su corazón y alma pero siempre supo que el verdadero dueño de su corazón era Derek Hale, ese hombre lobo amargado que lo hizo experimentar una montaña rusa de sentimientos. Luna lo supo siempre y más cuando le hablaba de él pero nunca se enojó, fue como si ella supiera que ellos dos estaban destinados a volver a encontrarse.

Jamás la olvidaría pero era momento de seguir adelante y tal vez Derek es la persona que necesita, lo puede ver en la manera que trata a sus hijos y como los mira.

- Vamos a cenar. – dijo Stiles mientras separaba a Mitch de su pierna y lo tomaba en brazos aunque rio al escuchar los pasitos de Ángel, quien corría para tomar su mano no sin antes sonreírle al lobo.

La cena paso entre risas de los niños y conversaciones de los mayores para entretenerlos. Fue tranquila y la mejor que había tenido Derek en años. Había estado con la manada muchas veces pero nunca se había sentido tan completa, tan parte de algo como en este momento con Stiles y los niños. Sentía que ese es su verdadero hogar.

Al terminar los niños se fueron a dormir dejando a los adultos en la sala con una buena copa de vino.

- Gracias por la comida. No sabía que podía cocinar tan rico. – le dijo Derek mientras tomaba un sorbo del vino.

- Años de práctica. – su mirada se opaco por un momento – Cuando mamá murió tuve que aprender a hacer todas las tareas de la casa sino sería un desastre más a mi lista. – rio levemente – Luna se ocupaba de eso al inicio cuando me case con ella pero después nos turnamos y al final terminé siendo yo quien se quedaba en casa cuando dejé el FBI.

- Eres un excelente cocinero, espero poder comer más de todo esto. – le dijo Derek mientras tomaba la mano del castaño y entrelazaba sus dedos.

- Tendrás más de esto mientras vengas aquí. – el brillo en sus ojos volvió - ¿Qué hiciste todos estos años?

- Después de regresar contigo y ayudar con los cazadores decidí quedarme en el pueblo. Las cosas estaban en paz pero sentía que me necesitaban aquí así que comencé por remodelar el edificio del loft y empecé a rentarlos. Sé que no necesito dinero peor me estaba aburriendo por lo que empecé mi propia empresa de construcción y con eso me he entretenido.

- ¡Es increíble! Escuché de Peter que habían reconstruido la mansión y que todos vivían ahí. – sonrió con cariño – Me alegro de que vuelvan a tener su hogar y recordar un poco como las cosas era antes. Puedo ver que eres diferente, ese dolor y peso en tus hombros parece haber desaparecido. – le dijo Stiles mientras dejaba su copa en la mesa.

- Si. Si soy honesta haces falta tú, cuando todos volvieron pensé que lo harías también pero pasaron los años y me sentí un poco decepcionado aunque no tenía derecho porque yo había hecho lo mismo años atrás.

- Pasaron muchas cosas Derek y yo también cambie. Hice mi vida lejos y luego solo quise quedarme en mi pequeña casa con mis hijos y alejarlos de todo lo malo. – suspiró – Tal vez me estaba escondiendo y huyendo para no enfrentar todo lo que había aquí y dejé. No sé si estoy listo para ser alguien de buen corazón y perdonarlos por todo. Es muy difícil.

- No tienes que hacerlo sino no quieres. Para perdonar a alguien debes de estar seguro y si tu decisión es no hacerlo no importa porque tus sentimientos van primero.

- ¿No vas a preguntarme el por qué no volví o mi actitud hacía los demás?

Derek sonrió mientras acariciaba el dorso de la mano del otro con cariño.

- No. Puedo ver que no es algo de lo que hables cómodamente así que esperaré de manera paciente hasta que tú mismo quieras decírmelo.

- Gracias sourwolf.

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Unos días más tarde todos las personas fueron despertadas gracias a diferentes incendios en lugares del pueblo. Esa madrugada el pueblo de Beacon Hills ardió y muchos perdieron sus vidas. Las causas de los incendios no podrían ser halladas por los humanos.

La manada se encontraba ayudando al departamento de bomberos a sacar a las personas de los edificios, casas, locales y más. Derek se detuvo al lado de Scott, ambos estaban preocupados.

- Estos no fueron incendios normales, ¿verdad? – le preguntó Scott al Hale.

- No y temó que esto solo es el comienzo. – dijo Derek con temor mientras su vista se quedaba en un sujeto con una toga negra y capucha que parecía verlos desde arriba de un edifico pero despareció tan rápido como el comienzo del fuego.

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Ellos podían sentir la magia a su alrededor pero no era pura, era maligno que les causaba nauseas.

Stiles se encontraba parado en la oscuridad viendo por el ventanal el humo que empezaba a cubrir el cielo. Todo estaba oscuro y lo único que daba luz eran las llamas y los ojos plateados del castaño brillando con fuerza.

- Han pasado tres años. No pensé que los vería de nuevo hijos de puta. 

RegresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora