I.- Invitación

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Stiles, ahora de 26 años, vestido de traje caminaba de manera tranquila. En su rostro se podía ver un poco de cansancio pero nada grave. Llegó a una casa de dos pisos bastante lujosa, entró y se dejó caer en el sofá mientras se quitaba su saco quedando en su camisa ya que también se quito su corbata. Tomó la correspondencia de la mesa y empezó a revisarla deteniéndose en un sobre blanco con azul marino con un diseño elegante.

Suspiró al leer el contenido:

Esta cordialmente invitado a la boda de:

Scott Mccall y Kira Yukimura.

Habían pasado ya siete años desde la última vez que piso Beacon Hills y los mismos desde que vio a la manada. Muchas cosas han cambiado en este tiempo, ya no es el mismo Stiles que era.

- Papá

El castaño dejó la invitación de lado para ver a uno de sus hijos. Jeremy, el mayor de cinco años, cabello castaño de ojos azules de piel pálida cubierta por lunares.

- Hola Jer. ¿Cómo estás? ¿Cómo este el jardín de niños? – le preguntó le mayor mientras lo tomaba entre sus brazos, lo sentó sobre su regazo.

- Hicimos dibujos, hice uno de mi papá y Michi y An – dijo el pequeño con emoción.

- ¡Eso es increíble! Lo pondremos en la cocina con los otros. ¿Te parece bien? – el pequeño asintió mientras besaba la mejilla del mayor – Yo también te amo.

- ¡Papi! – gritaron dos pequeños de tres años mientras corrían hacía el mayor, detrás de ellos había una adolescente de cabello castaño de ojos azules.

Los pequeños Mitch de cabello rubio castaño de ojos whiskey y Ángel de cabello rubio castaño de ojos azules, ambos de piel pálida con un lunar debajo de su ojo derecho.

La adolescente, Ely, conocida de la familia desde hace tiempo que suele ser niñera de los niños cuando esta de vacaciones de la universidad.

- Pequeños torbellinos. – los alzó con cuidado terminando con los tres niños en sus piernas – Los extrañé mis pequeños. – les dijo Stiles para después besar sus mejillas con cariño disfrutando de las risas infantiles.

- Tío Mica. ¿Cómo te fue en el trabajo? – le preguntó Ely con una sonrisa cariñosa.

- Como siempre. Por suerte las cosas han estado tranquilas, los contratos fueron cerrados y con eso puedo descansar por unas semanas. Pedí vacaciones así que estaré en casa, puedes salir con tus amigos. – le dijo Stiles.

- Cualquier cosa sabes que puedes decirme. No importa la hora, somos familias. – vio el sobre en el sofá – Niños, les voy a poner una película y tú, tío no puedes irte. – le dijo Ely de manera seria mientras se levantaba y los pequeños la seguían.

Stiles solo pudo negar con la cabeza mientras una sonrisa adornaba su rostro. Esa chica podía solo tener 19 años pero era demasiado madura.

Ely regresó unos minutos después, se sentó a su lado con el sobre en su mano.

- Han pasado siete años. ¿Cómo te sientes al recibir esto?

- No lo sé, por una parte feliz porque se acordó de mí pero al mismo tiempo estoy molesto. No puedo creer que después de todo este tiempo esta sea su estrategia para verme de nuevo. – dijo Stiles mientras se frotaba el cabello de manera ansiosa.

- Ellos deben de disculparse después de lo que hicieron pero seamos honestos, no les has dado la oportunidad de hacerlo. Los has evitado a todos ni siquiera le dijiste a tu padre sobre mi hermana y los niños. Esta es la única forma en la que pueden verte. Debes ir y no te lo digo como tu cuñada sino como tu amiga.

- Ellos no son lo únicos, puede que haya sido duro con papá pero me dejó solo. Nada más comenzó su relación con Peter y yo desparecí de sus prioridades. – suspiró – Me sentí como un niño de diez años esperando que su papá lo quisiera y le prestara atención pero eso no paso y cometió uno de los errores que prometió no volver a cometer. – miró a su sobrina con una sonrisa cargada de tristeza – Pero, tienes razón. He huido suficiente de mi pasado, es momento de enfrentarlo.

Ely sonrió mientras abrazaba al mayor.

- Estás haciendo lo correcto. Iría contigo pero la verdad no quiero estar cerca de esos chuchos.

Stiles se rio mientras revolvía el cabello de la menor con cariño.

- Ya veremos que sucede y te diré todo.

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Stiles movía su pierna sin parar, estaba demasiado nervioso. Sus hijos habían caído profundamente dormidos desde el avión, había sido difícil cargarlos pero al final lo logró y el hombre que lo llevaría lo ayudó bastante.

El letrero apareció y sintió como si el nemeton lo llamara, lo sentía. No pudo evitar sonreír con cariño al recordar las buenas cosas que le había pasado en ese pueblo. Recordó a Derek Hale, su primer amor y la persona que siempre amara. No había escuchado de él desde que habían enfrentado a Monroe y sus cazadores. ¿Habría seguido con su vida? ¿Se habrá casado? Miró su mano donde descansaba su anillo de matrimonio, no había podido quitárselo en tres años pero tal vez ya era hora también de pasar la página.

Llegaron a un pequeño loft que había comprado semanas días atrás, no se iba a quedar con nadie y menos en un hotel.

- Hemos llegado señor. ¿Necesita ayuda con las maletas? – le preguntó el señor de manera amable.

- Sería genial. Gracias. – le dijo Stiles mientras despertaba a sus hijos o trataba porque los gemelos no se despertaron.

- Puedo caminar papá. – le dijo Jeremy mientras salía del auto.

Stiles solo pudo sonreír al ver como su hijo trataba de ayudarlo. Tomó a los gemelos en sus brazos y subieron a su piso donde el hombre dejó las maletas y después se retiró prometiendo recogerlo temprano.

- ¿Cuánto nos vamos a quedar? – preguntó Jeremy sentado en el sofá mientras acariciaba el cabello de los gemelos.

- No lo sé, por un tiempo. Es la boda de un viejo amigo así que debemos de estar aquí.

- Me gusta aquí.

Stiles sonrió mientras se arrodillaba frente a su hijo.

- Se siente cálido. ¿Verdad? – el pequeño asintió – El protector de este lugar nos esta diciendo hola y que le alegra vernos. Nosotros cuatro estamos conectados a este lugar y será nuestro hogar mientras lo queramos.

Jeremy sonrió con emoción disfrutando de las caricias de su padre sobre su cabello. 

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