QUIERO TODO CONTIGO

QUERO TODO CONTIGO

Key despertó y se estiró, esperando encontrarse con Minho. Todo lo que encontró fueron sabanas vacías. Trató de calmar su decepción, pero antes de empezar un drama, la puerta se abrió y él entró.

“Buenos días, hermoso. Los niños quieren traerte el desayuno a la cama porque te lastimaste la rodilla. Pensé que necesitarías algo de ayuda para vestirte antes de que ellos suban acá.”

“Sé que estás cualificado para quitarme la ropa,” dijo Key, fingiendo pensarlo dos veces.
“¿Pero vestirme nuevamente? No lo sé.”

Minho sonrió y lo levantó, nalgueando suavemente su desnudo trasero.

“Muy gracioso. ¿Quieres mi ayuda o no?”

“Si por favor,” dijo con una sonrisa mientras tiraba los brazos alrededor de él, restregándose en su fornido pecho.

“¿Quieres escuchar algo loco?”

“Claro,” dijo plácidamente.

Key rio. “Está bien, anoche, hubiera jurado que eras un oso.”

Él casi lo dejó caer de trasero. “¿Qué? ¿Un qué?”

“No sé,” dijo, sorprendido por la repentina tensión en su cuerpo. “Cuando salías del bosque, pensé que eras un oso. Supongo que fue porque estaba tan asustado.”

Él le entregó una camisa y Key se la colocó. Antes de poder hablar nuevamente, los niños entraron cargando una bandeja.

“¡Te preparamos el desayuno!” dijo KangHoon con entusiasmo, poniendo la bandeja tan enérgicamente que el café se derramó por la orilla de la taza. KangHoon se mordió los labios y miró a su padre, pero Minho solo puso unas servilletas sobre el charco sin mencionar nada.

En las semanas siguientes, se volvió más paciente con los niños. Y key, aunque se sentía tonto
por hacerlo, lo observó buscando señales de que el fuera realmente un oso. No vio ninguna, pero no
descartaba lo loco que se había vuelto cuando lo había mencionado después de su primera noche juntos.

Minho estaba afuera en el establo cuando su celular sonó.

“Hey, Sooyoung” dijo.

“Hola extraño. Realmente te debe agradar el niñero; no he sabido
de ti en semanas. ”

Minho no podía ocultar la sonrisa de su voz al responder, “Si, Bummie es especial.”

“¿Bummie?” dijo sorprendida. “¿Estás teniendo sexo con él ?”

“¿Cómo sabes eso?”

“Intuición femenina. ¿Cuánto tiempo lleva esto?”

“Alrededor de 3 semanas,” dijo él.

“¿Y lo sabe?”

“¿Saber qué?”

“¿Que eres un demócrata? ¿Qué más crees? ¿Sabe que en ocasiones te transformas en un oso?”

Minho despejó la garganta. “Uh, no.”

Sooyoung era la única persona viva que sabía de aquello.

Su ex mujer había captado solo una pizca de su transformación la noche en que habían tenido su última
discusión y la había mandado afuera en la nieve. Él se sentiría culpable de eso por el resto de su vida.

“¿Y cuando planeabas decírselo?”

“No lo sé. Estaba pensando nunca decirle.”

Sooyoung suspiró. “Minho, alguna vez yeji te dio lo que necesitabas?”