Simbiosis

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Shibi Aburame estaba un tanto consternado por la situación actual. Antes, caminar por las calles era aceptable en todos los sentidos de la palabra, él saludaría a los pocos que lo conocían y avanzaría respetuosamente en el silencio y la ostracidad mas preciada.

Ahora, una horda de jovencitas estaban a su alrededor, aunque no precisamente por el hombre mayor. Shibi observo a Shino obteniendo toda clase de elogios, regalos e invitaciones. 

Desde que se quitara sus lentes hace solo dos días, el joven comenzaba a cosechar una legión de admiradoras que crecía cada día mas. Él parecía tratarlas especialmente distante, aunque aceptaba los halagos y regalos como un verdadero caballero.

- ¿Quien pensaría que tu hijo se volvería todo un galán?- Inoichi Yamanaka menciono a unos pasos del Aburame mayor.- Ahora te toca esperar a que termine de rechazar todas las invitaciones a salir, estarás un buen instante allí.

- Pareciera que no saben por lo que ha pasado y solo les interesara salir con alguien agradable a la vista.- Shibi replico un tanto fastidiado.

- ¿No ha progresado la infusión?- El cabeza de los Yamanaka cuestiono.

- Para nada, llevo rastrillando cada centímetro de Konoha, y no he podido encontrar un solo insecto de los que Shino portaba.- El cabeza de los Aburame suspiro.

- Deberías... ya sabes...- El rubio rasco su cabeza un tanto preocupado.- Hablar con el respecto a otras opciones.

- Me niego.

- Aunque te niegues y no quieras aceptarlo, tarde o temprano deberás asumirlo y cuanto antes mejor.- el yamanaka mordisqueo un palillo.- mi hija sera cabeza del clan en cuanto se case, seria una buena opción para que Shino continué como cabeza de tu clan.

- Me temo que Ino tiene otros intereses.- Shibi expreso no queriendo señalar al joven Hyuga como el culpable de que aquel buen plan no se pudiera cumplir.

- ¿Has visto a mi hija con alguien?- las venas de la frente del rubio por poco estallaron.

- Me refiero a que no creo que compartan intereses comunes.- Shibi se excuso no queriendo formar parte de una sesión de interrogatorio con una de las mentes poderosas de Konoha.

Shino despidió a la ultima jovencita y vio como el líder de los yamanaka se despedía de su padre dejándolos solos nuevamente.

- ¿Vas a comer esos dulces?- Shibi pregunto notando a su hijo con varias pequeñas bolsas y cajitas en sus bolsillos.

Shino no contesto y prosiguió el camino en silencio, aunque Shibi sabia que el joven estaba cada minuto mas cerca de parecerse a su madre que a si mismo.

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Tenten recogió las flores de las manos de Ino y notando que Neji ingresaba al local decidió darles un poco de privacidad. La castaña aseguro las flores en el canasto de mimbre que llevaba con las compras para su sensei.

Ella saludo amablemente a los transeúntes y se detuvo ante la vidriera de la tienda de vestidos pensando que debería ahorrar un poco de dinero para comprarse un vestido nuevo.

- Buenos días, Tenten.- La voz profunda de Shibi sonó al lado de la joven haciendo que se voltee a verlo, y fugazmente vio en los ojos de la chica dibujarse varias emociones.

- Buenos días, Aburame-san,- Ella regreso su vista a la vidriera.

- ¿Como está su salud?- Shibi pregunto cortesmente.

Tenten reprimió la respuesta mordaz que estaba a punto de salir de su boca.

- Pense que usted sabia bien el estado de mi salud, fue al menos lo que Shino me dijo.- Ella menciono tratando de no amargar su espíritu ni su habla.

Mariposas en el hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora