Luego de que un virus zombi se propaga por su escuela, un grupo de jóvenes atrapados debe encontrar una salida o acabar infectado.
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Choi Myeong-Suk vive su vida normal hasta que el virus, que comenzó en un pequeño hamster, termin...
Desperté junto a la alarma de mi celular, que sonaba insistentemente. De forma floja acerque mi mano a este, apagando la alarma.
Me senté en la cama, bostezando a la vez que me estiraba. Mire mi cuarto unos segundos antes de levantarme de mi cama.
Tome una toalla, mi uniforme y ropa interior, entrando al baño.
Primeramente me di una ducha larga con agua caliente, pues el frío estaba presente a esta hora de la mañana. Después, comencé a darme una "manita de gato", simplemente arregle mis cejas y pestañas a la vez que ocultaba mis ojeras.
Arregle mi cabello después de que estuvo seco, atandolo en una coleta alta, como normalmente lo hacía. Acomode mi copete sobre mi frente, mirándome al espejo.
Sonreí al ver mi imagen en este, satisfecha con lo que veía.
Salí de mi cuarto, hacia la cocina para poder comer algo de las sombras de anoche. Mi mamá estaba sentada con un té en mano mientras revisaba su celular.
—. Buenos días, mamá. —. Saludé, sacando un Topper del refrigerador.
—. Buenos días cariño. —. Devolvió el saludo, dándome una sonrisa.
—. Mamá, hoy iré más temprano a la escuela. —. Informe, con la boca llena.
—. ¡Oye! Traga lo que estás comiendo. —. Me intento dar un manotazo, pero lo esquivé mientas me reía. —. Me alegro que vayas temprano. Ya van muchos retardos este mes.
—. Ni que fueran tantos. —. Me queje, dejando los trastes en el fregadero a la vez que iba de nuevo al refrigerador.
