Revelaciones (Parte 1)

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Cuando Marinette oyó los gritos se preocupó. Todo estaba yendo a la perfección hasta que Cristal Pénitentiaire apareció. No tuvo tiempo de ver al akumatizado con detenimiento, pues salió corriendo hacia el baño, una vez ahí una pequeña mariquita salió de su bolso.

– Ya me parecía raro que Hawkmoth no atacara –Comentó la pequeña moteada.

– Lo sé Tikki, vamos que tenemos trabajo ¡Tikki Motas! –Con este grito una luz rosada envolvió a la Franco-China y cuando el resplandor desapareció, Marinette se encontraba con un traje rojo ceñido al cuerpo, con motas negras. En su rostro portaba una máscara con el mismo diseño y en su cintura llevaba un yoyo.

La chica salió del barco, columpiándose con ayuda de su yoyo y se dirigió hacia el lugar donde se encontraba el akumatizado.

– ¡Hey, villano! –Gritó llamando su atención–. Deja a esas personas en paz y métete con alguien de tu tamaño.

– ¿Cómo tú, bicho insignificante? –Bramó con furia el villano, siguiendo a la chica.

La heroína esperaba que su compañero llegara pronto, y hasta mientras pensó en crear una distracción, alejando lo más posible al villano de los civiles. Fue en este salto entre edificios cuando visualizó a los chicos extranjeros escondidos en un callejón. Se imaginó como se sentían al llegar a una nueva ciudad y de pronto aparece un monstruo que ataca a todos los que se encuentren a su paso. Pero no vio miedo en sus ojos, sino curiosidad. Pensando en eso no se dio cuenta cuando el akumatizado disparó al faro que sostenía su yoyo lo que hizo que Ladybug cayera de bruces al suelo.

Mientras Cristal Pénitentiaire se acercaba lentamente disfrutando su derrota, Hawkmoth se regocijaba por la destrucción de la moteada. Pero cuando el villano estaba a punto de encerrarla, un bastón se interpuso golpeando su arma.

– ¿Atacas a mi lady en el suelo? ¿Acaso no tienes modales? –Reprochó una voz juguetona pero seria.

Chat Noir emergió del cielo y golpeó al akumatizado en la cabeza con su bastón, causando su enojo. Los héroes rápidamente hicieron ademán de irse cuando oyeron un tono alegre proveniente del callejón. Por lo visto el villano también lo oyó pues se dirigió hacia allá.

Dentro estaban las Winx y los especialistas intentando, en vano, apagar el teléfono del príncipe Sky con miradas acusadoras. La sombra del akumatizado les cubrió la luz, lo que les hizo reaccionar. Bloom analizó rápidamente las opciones, no podrían escapar a tiempo, a menos que...

La pelirroja visualizó el callejón y dio con una tapa circular de un basurero. Hizo señas con sus manos que todas entendieron, entregó a Kiko a Stella, quien no quería dejar a su mejor amiga, pero necesitaban escapar. Bloom blandió la tapa como si fuera un escudo, lo que sirvió de reflejo cuando Cristal Pénitentiaire tiró un rayo en su dirección, pues el escudo improvisado de la princesa regresó el rayo despistando al akumatizado. Bloom satisfecha con la distracción empezó a correr, pero chocó con alguien y cayó de bruces. En el suelo, el príncipe Sky entornó sus ojos, inmediatamente intentaron levantarse, pero cuando estaban listos para correr, paredes de cristal se los impidieron.

– Molestos niños. Ya me encargaré de ustedes.

– ¿Tanto te golpearon en tu ego, que prefieres vengarte de personas inocentes sin ningún poder, a pelear con nosotros? – se burló Chat Noir intentando llamar la atención del villano para que deje a los chicos.

El rugido del villano les dio la respuesta. Se dio la vuelta y empezó a seguir a los súper héroes, mientras que, dentro de la prisión de cristal, Sky se lamentaba por la situación.

– Tenemos que encontrar una forma de salir de aquí –Expresó viendo a su compañera, si quería librarse de la situación debía trabajar junto con Bloom, pero la chica parecía absorta en sus pensamientos–. ¡Hey, Bloom! –Llamó atrayendo su atención–. ¿Crees que puedas derretir el cristal? ¿O calentarlo lo suficiente para romperlo?

Milagro MágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora