A la Sombra del Jardín

Capitulo 1

Dicen que escribir es terapéutico, bueno creo que voy a probarlo....No se como comenzar..... Tal vez así

1 - Tulipanes

¡Que aburrido! ... ¿será que pido un café? .... Tengo que llegar estudiando.

—¡Adam!

—Ah si, perdón!

La voz de mi jefe me sacó de mis pensamientos. Soy estudiante de Arquitectura y necesito trabajar para pagar el alquiler de mi casa.

Me gusta mucho mi trabajo, ¡enserio!, solo que hoy el día ha estado un poco aburrido. Trabajo en una tienda de plantas y todo tipo de flores, ¡ME ENCANTA! es como mi hobby.

—¿Puedes ir a regar esas plantas de allá?

—¡Claro!.

No se porque el hecho de solo regar una planta me da una calma única. ¡Ah! rosas... que lindas son.

Y justo en ese momento siento una mano encima de mi hombro...

—Eh... disculpa, ¿trabajas aquí?

—Sip. — afirmé

—Genial —necesito un poco de ayuda para encontrar las flores.

Me dijo la suave voz de una chica que claramente se vió aliviada al ver que trabajaba aquí.

—Están en el pasillo de allá, ven, te acompaño.

Es una tienda un poco grande, así que las flores están un poco lejos.

—¿Que flores buscas?

—Margaritas

—Están aquí

Les diría sus detalles, pero no me fijé mucho, aunque les diré que desde ese entonces el cabello oscuro me parece una obra de arte.

—¡Listo! -se volteó sosteniendo un pequeño ramo.

—¡Enhorabuena! — Bromeé
—¿Solo llevarás eso?

—Sí

Después pago sus flores y desapareció por la puerta de vidrio del local... Tres minutos después sonó el reloj que anunciaba que mi turno había terminado.

* * *

Es Jueves, así que hoy tengo clases en la mañana y después tengo que ir a trabajar.

Me gusta la carrera que estudio, mi universidad es bastante grande, asi que me tengo que apurar para llegar a algunas clases temprano. Justo cuando llego a la primera que me toca, un recuerdo hizo que levantara la cabeza de golpe.

TENGO EXAMEN

Unos nervios no muy suaves pero no tan fuertes se apoderaron de mi, ya que esta era la materia que se me dificultaba un poco.

Pero si estudiaste anoche idiota .

Me dijo mi querida conciencia

Era cierto, pero aunque estudié, no recordaba más de la mitad. Cuando el profesor terminó de escribir las preguntas del examen, sentí que el universo había escuchado mis súplicas, ya que la mayoría de ellas eran de verdadero o falso que para mi suerte era lo que mejor se me daba. .... Terminé mi examen, lo entregue al profesor y salí del salón.

Las otras clases no estuvieron mal, aunque a veces suelen ser mas interesantes.

Unos amigos me preguntaron si quería salir esta noche con ellos, pero les respondí que tenía que trabajar. Así que quedé con ellos para mañana.
Salí de clases dejé mis cosas en casa y me fui a trabajar...

• • •

Estaba en el mostrador revisando distraídamente los pedidos que había hecho cuando de pronto escuche una voz conocida

—¿Muy concentrado?

Levanté la cabeza y era la chica de la otra vez

—No tienes idea. —Bromeé
—¿Necesitas ayuda con las flores?

—Creo que me leíste la mente

En el corto trayecto que recorrimos, aproveché y me presenté:

—Soy Adam, mucho gusto—le ofrecí la mano que acepto generosamente

—Amelia, un placer. —Pero puedes decirme Meli

—¿MELI? —dije tratando de no reírme

—Si. —dijo un poco avergonzada mientras sus mejillas se teñían de rojo —Mi madre me dice así, un día mis amigos la escucharon y ahora me dicen así

—Me gusta Meli.

Llegamos donde están las flores y empezó a buscar tranquilamente.

—¿Margaritas? —pregunté

—No, tulipanes....Son mis favoritos

—Excelente elección

—¿También son los tus flores favoritas?

—Una de muchas, —dije tocando distraídamente unas orquídeas

Me miró con curiosidad en los ojos y no puede evitar detallarla.... Tiene el cabello largo, oscuro y un poco ondulado que en este momento es prisionero de un cintillo, labios rosados y carnosos que me hace pensar que si es su color natural porque Joder.

Y si subo un poco la mirada no puedo evitar que se me vaya directamente al verde claro que se aloja en sus ojos, pero que en este momento se oscurece un poco con la curiosidad con la que aún me mira....

—¿Una de tus favoritas?

—Ajá

— ¿Cuáles son las otras?—preguntó todavía con curiosidad en la mirada.

De pronto una sonrisa maligna se me dibujó en la cara

—¡ERES MUY CURIOSA!.— le dije

Y entre divertida y avergonzada me dijo

—Vamos, yo te dije porque me llaman Meli. Creo que tengo derecho a saber algo sobre ti.

Yo también lo creo

—Lirios

—Lirios. ...—Así que son tus favoritos.

—Uno de muchos

—¿Y cuales son los otros?

—Vayamos poco a poco.— dije divertido

—Esta bien; —dijo un poco decepcionada pero divertida

Encontramos las flores que buscaba y después de pagarlos se despidió con un:

—Hasta pronto Adam

—Hasta pronto Meli.

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