Capitulo 15

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Una cosa antes de comenzar con el cap. Hay una escena en donde sería genial que la escucharan con esta canción: "Shut Up and Dance" al momento de leerla. La escena ya sabrán cual es. Ahora... A leer.

15 - Notas

Es completamente cierto eso que dicen. Qué el amor es mágico. Qué estás más alegre, más radiante, más... feliz.

Yo lo estoy... y más.

Bajo mi mano para acariciar a mi novia –la cuál está tumbada en el sofá de mi sala con su cabeza recostada en mi regazo – Enredo mis dedos en su cabello, juego con el un poco hasta llegar a su cuero cabelludo, el cual comienzo a masajear suavemente.

Amelia por su parte cierra los ojos y muestra una preciosa sonrisa. Así me gusta verla. Feliz.
Después de unos minutos escucho que ella emite un sonido parecido a un ronroneo. Yo me río.

Cuando pensamos que era humana resultó ser un felino.

Algunos segundos después noto que se empieza a mover, me aparto un poco y ella se levanta.

—Tengo sed -dice mirando a los lados.

—Mi cocina es tuya.

—¡Vaya, que compromiso!. ¿No será mucho? -se ríe.

—Ven, que te tengo una sorpresa.

Me levanto del mueble, la tomo de la mano y caminamos a la cocina. Amelia pone cara de confusión durante unos segundos hasta que le señalo un gabinete en la pared.

—¿Hay una araña o es que cambiaste el color? -pregunta frunciendo el seño.

—No. Ábrelo. -recalco

Ella lo hace y a los segundos se voltea con una mueca de incredulidad.

—¿Es enserio? -no se lo cree

—Muy enserio.

—¿Seguro segurito?

—Seguro segurito segurísimo.

Ella suelta un grito de emoción y luego saca del gabinete dos vasos decorados con temática del hombre araña. En uno aparece lanzando una telaraña y en el otro esta forma un corazón a la mujer araña. Los deja en la mesa y de un salto ya la tengo encima.

Así que eso fue lo que compraste

—Te amo. -dice antes de besarme.

—Mentira.

—Verdad.

—Mentiraaa

—Es cierto. -se encoge de hombros y yo arrugo la cara. —Yo te adoro. Sonrío y esta vez la beso yo a ella.

Cuándo ya habíamos estrenado nuestros vasos con unas malteadas improvisadas procedí a dirigirme al baño.

—¿A dónde vas? -preguntó Amelia.

—A ducharme.

A la Sombra del JardínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora