Capítulo 3

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3 - Luces nocturnas


Lunes por la noche

¿No es raro que hoy tenga ganas de salir?. Osea, tuve clases, tuve trabajo, pero quiero salir hoy.

Obviamente le pregunté a mis amigos si querían acompañarme. Bueno no les pregunté a todos , solo a Diego y a Vic, quería Nada más a mis dos saltamontes.

Jaja... Tus saltamontes

Si son mis saltamontes también son los tuyos conciencia.

Bueno en fin. Me dijeron que sí. Así que me aventuré con mis dos saltamontes.

Quería divertirme así que fuimos a......... Un parque de diversiones.

—A donde quieren ir primero—dijo Vic emocionada.

—Yo quiero a la montaña rusa—dijo Diego

—Y yo a quiero ir al Martillo—respondió ella.

—Pues yo quiero ir al lugar ese donde se ganan premios.

Vic y Diego claramente se rieron de mí.

—Claro. ¿Y quieres un algodón de azúcar después?. —me dijo en tono burlón.

—¡No!. Eso va primero—dije con una sonrisa de niño pequeño.

Y sin mirar atrás fui por mi algodón de azúcar.

• • •

—¿De que color lo quieres Vic?

—Morado.

—Yo rojo—dijo Diego.

Se burlaron de ti pero también quieren algodón. Nuestros amigos son muy raros. Los amo.

Compré los algodones de azúcar y me pedí el mío de color Verde.

—Entonces, ahora que— dijo Diego

—A divertirnos —gritamos Vic y yo.

Y con  Graveyard de  Halsey como fondo, fuimos a la cabina de fotos donde nos tomamos miles de fotografías divertidas, fuimos a la atracción en donde se ganan premios en la cuál hice que Diego gastara la mitad de su dinero, pero gane un gran oso azul que le di Vic para cargarlo, fuimos a las sillas giratorias y nos montamos en el martillo en el cual gritamos como locos.

Justo cuando salimos de la atracción, recargamos nuestras energías con unos refrescos, y nos encaminamos prácticamente corriendo a la fila de la montaña rusa, choqué con alguien.

—¡Oh!. Lo siento mucho —No te vi

—Tranquilo—dijo ella algo despistada

¡Un momento!.... Yo conozco bien esa voz, y el mismo aroma a fresias me lo confirmó

—¡Meli!—dije con el tono de sorpresa todavía en mi voz.

—¡Adam! Hola —dijo ella mientras levantaba la cabeza entre la confusión y la sorpresa.

—Hola. Me alegra volver a verte. Y mi voz no podía evitar sonar muy , muy entusiasmada, y creo que Vic y Diego se dieron cuenta, ya que Diego me dijo:

A la Sombra del JardínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora