Capitulo 8

49 7 0
                                    


La semana había transcurrido normalmente para todos, y Sanji en poco tiempo empezó a acostumbrarse a lo que parecía ser su nueva rutina. Logró con algo de esfuerzo conseguir mucho más personal en el Baratie en poco tiempo gracias a que sus nuevos Nakama lo ayudaron bastante promocionando los puestos con carteles y anuncios en cada parque y edificio de la ciudad. Incluso Zoro a regañadientes ayudó cuando Luffy se lo pidió (Ya que Sanji no lo haría por amor a su orgullo); había estado poniendo 2 o 3 carteles en el mismo lugar ya que en sus tantas vueltas equivocadas terminaba por olvidar dónde había puesto uno o terminaba frustrado al ver el mismo cartel después de 3 vueltas en círculos. Sanji por supuesto eligió burlarse descaradamente en vez de enojarse ante el problema de orientación del peliverde, ganándose otra pelea en menos de una semana.  

Aspirantes a cocineros, meseros, conserjes y lavaplatos llegaron pasando uno a uno por el minucioso filtro de Zeff y Sanji. Lo que restó de la semana había sido muy laboriosa entre esta y otras responsabilidades, pero sin duda estaba menos ocupado cuándo no tenía que preocuparse por llenar los puestos de otros ahora que todos estaban haciendo su trabajo. Eso y el estrés descargado en peleas contra Zoro lo habían mantenido con un mejor humor aun con su peculiar carácter de mierda.

Era fin de semana y había encontrado después de meses un espacio para acostarse temprano ahora que el restaurante había cerrado y la cocina había quedado tan impecable como siempre; sin embargo como el adicto al trabajo que era decidió aprovechar las horas libres que le quedaron para empezar a hacer un plan de estudios para Zoro. Quedaban apenas unas semanas para el próximo parcial y si no lograba que Zoro aprobara (como mínimo) le habría fallado miserablemente a Robin. Por supuesto, no iba a permitirse eso, así que escribiendo con letra rápida empezó a formular un temario básico para abordar el martes con el  estúpido musgoso. 

Se durmió hasta tarde (como normalmente hizo durante un tiempo) y al terminar escribió en el encabezado con una bella letra cursiva "Temario para el Marimo". Metió la hoja cuidadosamente en una carpeta ligera que siempre llevaba y se fue a la cama. Después de todo, al día siguiente tendría su primera clase de repostería 

-----------------------------------------------------------------

"¿Que tal te fue con Sanji?" Preguntó amable la pelinegra a primera hora del lunes en cuanto acorraló a Zoro en la entrada. El menor tan solo bufó apartando la mirada, pensando en la mejor forma de terminar con la incomoda plática lo antes posible. 

"Bien supongo" Dijo Zoro casi evadiendo la pregunta haciendo que Robin levantara una ceja un tanto incrédula 

"Estás mejorando satisfactoriamente en tus demás materias, si sigues así para cuando termine este parcial podrías dejar las clases extra mientras te mantengas al margen y no vuelvas a bajar calificaciones" Explicó Robin ganándose por completo la atención de Zoro "Pero de verdad tienes que esforzarte por mantener tus calificaciones, Zoro" Dijo con el severo y tranquilo tono que siempre lograba sacarle escalofríos al peliverde. 

"Bien, no voy a descuidarme" Accedió a regañadientes con esa conducta pasivamente hostil que Zoro solía tener con los adultos que trataban de imponerle autoridad. Al chico no le gustaba ser mandoneado y lo demostraba rebeldemente aun si Robin siempre supo como mantenerlo a raya sin levantarle ni un poco la voz. 

"Bueno, no te distraigo mas. ¿Quieres que te acompañe a tu salón?" Preguntó con una sonrisa ligeramente burlona, a la que Zoro chasqueó la lengua ofendido. La pelinegra era consciente del problema de orientación del chico que siempre llegaba tarde a todas partes.

"Preferiría que no, gracias" Masculló entre dientes volteándose para irse, por supuesto, por el camino equivocado.

"Entonces al menos permite que Sanji te haga compañía" Dijo la azabache a sus espaldas. Con la sangre helada volteó lentamente con una mirada furiosa para ver como el rubio corría hacia Robin saludando alegremente a la distancia, con esa cara de idiota que lo había visto poner tantas veces frente a Nami o cualquier chica que se le cruzara; ni siquiera llevaba tanto tiempo conociéndolo y ya conocía su estúpida devoción a dejarse pisotear por las chicas, no haciendo ningún esfuerzo por ocultarlo. "Sanji" llamó suavemente cuando el rubio estuvo lo suficientemente cerca como para escucharla, haciendo que Zoro maldijera por lo bajo sabiendo que no aceptaría un 'no' por respuesta

Una promesa - Zosan AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora