Capitulo 4

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Sanji obviamente estaba odiando su suerte. No había esperado un primer día tan pesado y encima problemático y el único consuelo que le quedaba para saber que no era un total día de mierda era haber conocido a la señorita Robin. 

Su día pudo haber sido bueno a partir de entonces si todo hubiera transcurrido sin mayor problema. Pero este idiota con cabeza de musgo se estaba empeñando en hacerle imposible esa última hora de clase que todavía tenía. Soltó un suspiro pesado y miró de reojo a quien seguía mirándolo indiscretamente desde que había empezado la clase. 

Continuó con expresión aburrida mirando al pizarrón pasando de vez en cuando a revisar a los demás estudiantes en busca de una chica bonita, pero realmente no podía admirar mucho teniéndolas de espaldas, aunque una vista de su cabello lo hacía imaginar lo suave que era. 

Enroscó un mechón de su propio cabello con una sonrisa boba imitando el gesto de una chica del frente. 

Apenas parecía recordar el incidente del acuario, y al parecer poco le importaba tener al tipo frente al que había estado llorando a unos metros de distancia. Pero Zoro estaba volviéndose loco, maldiciendo el momento en que pensó que volver a ver al rubio sería buena idea. 

Con un gruñido se obligó a despegar la vista cuando sus entrañas se contrajeron ansiosamente ante el movimiento que el rubio había gesticulado con su cabello. 

El era un tipo con autocontrol, toda su educación se basó en eso con Koushirou como su tutor, a pesar de ser naturalmente explosivo, pero en este momento se sentía con todas las emociones a flor de piel y no sabía por que. Él se conocía a si mismo, él sabía perfectamente que su respuesta inmediata ante los nervios o la vergüenza era la violencia y hostilidad, pero había aprendido a controlarlo casi a la perfección, y estaba seguro de que frente a cualquier otro tipo sería así. 

Pero justo ahora tenía dos dilemas; El primero, ¿Por que estaba tan nervioso? eso venía preguntándoselo desde el día del acuario; Y dos, ¿Qué había en este tipo que lo hacía querer explotar con tan solo una mirada?

Pudo manejar el mantener la mirada en todas partes, menos en Vinsmoke el resto de la clase. Maldiciéndose a si mismo cuando se le escapaba un vistazo rápido al aburrido chico a su lado. Y suspiró con alivio cuándo la campana sonó después de dos horas que le parecieron el doble. 

Ahora solo le faltaba una clase, una clase y podría explotar lo que fuera que tenía contra el ojiazul en la salida. No es como si fuera demasiado serio. Zoro era un tipo problemático porque había elegido serlo, buscando una pelea por puro placer al menos una vez a la quincena. No importaba quien perdiera o quien ganara (aunque la práctica le había dado esta última ventaja), tan solo era una liberación y un deporte del que podía darse lujo con excusa de su juventud idiotizada por las hormonas y los problemas más triviales, sin mencionar que le parecía divertido. Solo eso. Y aquí no sería diferente una vez se desahogara con el causante de sus dolores de cabeza.

Salió apresurado apenas despidiéndose del profesor como de costumbre, ansioso por reunirse con su grupo y terminar ese día de mierda en la escuela. Pero se detuvo de golpe apenas dio la vuelta al salón recordando algo de pronto. Se volvió esperando regresar pero apenas pudo dar un paso cuando se topó con esos ojos azules demasiado cerca para su gusto. Sudando frío forzó una sonrisa retadora, igualando la del rubio mientras mantenían la mirada sin retroceder ni un centímetro en nombre de su orgullo

"No te estarás acobardando" Dijo el rubio ganándole la palabra al tenso y hostil tipo frente a él.

"Justo eso iba a decirte a ti" Dijo Zoro forzándose a relajar su postura para alejarse un poco aun sosteniendo la mirada azul como el océano "Te espero al final de clases en la cancha de basquetbol. Mas te vale no hacerme esperar, chico nuevo" dijo con una sonrisa emocionada antes de intentar darle la espalda al rubio, cuándo vio la mirada de éste distraerse a sus espaldas antes de poder hacer cualquier movimiento, y entonces lo supo por el escándalo de atrás

Una promesa - Zosan AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora