—¡Guau meliodas te ves hermoso!—la risa de king hizo que elizabeth volviera a la realidad tras sentir la calidez en su mano y parpadeara un par de veces. El blondo se vio claramente incomodado debido a lo que el hada le dijo y se aclaró la garganta para alejarse de la princesa—¿Por qué eres atractivo como humano e idiota como dragón? —
—¡Oye! —hizo un puchero molesto por ese comentario—Admití que soy atractivo, pero no soy un idiota—se excuso, la cara incrédula que el castaño le lanzó fue suficiente para responder a su intento de demostrar lo contrario
—Aja—viéndose derrotado meliodas rodó los ojos tomando una hoja, no era lo primordial el pelear con esa hada entrometida, sino enseñarle a elizabeth a responder ante las provocaciones de aquellos que se creían superiores a ella—Mejor vete, tengo que estudiar con ellie—el hada hizo un pucho sintiéndose ofendido por ser corrido de su propio hogar y salió por la ventana no sin antes sacarle la lengua al infante. Meliodas suspiro una vez libre de aquel compañero y luego volvió a ver a elizabeth que parecía sorprendida, alzó una ceja confundido ¿qué se le hacía tan sorprendente?
—Mel, ¿por qué cambiaste a tu forma humana? —una cara de desilusión la hizo retractarse de su pregunta. No quería ver cómo sus ojitos verdes se aguadaban al creer que no lo consideraba lindo de esa forma
—¿Acaso no te gustó como humano?—
—N-No es eso mel, solo...solo...—el de ojos verdes soltó una pequeña carcajada al ver lo nerviosa que se había puesto repentinamente y abrió un libro en una página en específico. Podría molestarla más tarde, pero por ahora no era lo más importante
—Pues no puedo agarrar una pluma como un animal nishishishi—oh claro, ahora se sentía un poco tonta, era obvio aquella razón y aún así se las había ingeniado para darle a entender alguna otra cosa. Negó varias veces ahuyentando pensamientos fuera de lugar y se concentró lo más que podía en la explicación y no en aquella hermosa voz que la hipnotizaba—Empezaremos con una palabras básicas, la gramática es algo muy avanzado aún—tomo la pluma llenando de tinta la punta y empezando a escribir con una caligrafía perfecta—Esta es la palabra para taza, esta para plato, y estas para tenedor y cuchara—sonrió finalizando dejando su apunte frente a los ojos nerviosos de Elizabeth—Por lo regular se usan en fiesta de té así que es normal usar estas palabras—
—Meliodas—
—¿Si? —dejo de explicar para verla fijamente, la vergüenza en sus mejillas y el titubeó en sus ojos azules lo hizo bajar la máscara de profesor y fue hasta su lado para poner una mano en su hombro, al ver el apoyo Elizabeth tomó aire y luego sonrió avergonzada de sí misma
—Yo no sé...no se—
—¿No sabes qué? —la albina recogió un mechón de su cabello detrás de su oreja
—No se leer—meliodas abrió sus ojos con sorpresa y trago en seco, eso acaban de complicarse—Perdón por ser tan ignorante —contrario a el desprecio que esperaba de su parte, el infante acarició su cabeza de forma cariñosa dándole mimos como apoyo, lo agradeció internamente bajando la mirada
—Descuida, toma tu tiempo para aprender el abecedario, la fiesta es en unos días tienes tiempo—
—Aún así...—la cálida mano de meliodas sostuvo su mejilla deteniendo su lengua en su lugar y lo miró, le sonreía con tanta dulzura y eso que no era común ver tanto cariño en esos ojos verdes. Su cara se puso del color de las fresas frescas maldiciendo su cambio repentino de carácter
—Tranquila, te dije que puedes usar e como quieras así que puedo enseñarte también eso—
—Puedo aprender si me lo dices de forma oral—exclamó para no sentirse tan tonta distrayendo su mente de la apariencia física del menor—Explica o que tengas que decir yo lo entenderé y más al rato empiezo a estudiar el abecedario—la sonrisa en el rostro del blondo fue tan llena de orgullo que la hizo reír levemente. Rápidamente abrió su boca empezando a explicarle lo que iba a escribirle antes, se quedó callado unos segundos después y luego se llevó su mano al mentón pensando en voz alta
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Domando a una bestia encantadora (PAUSADA)
FanficElizabeth vivía el cuento de cenicienta en carne propia, con la muerte de su madre fue acogida como sirvienta y su niñez fue un infierno. El día que dijo "basta" y se dispuso a hacer algo con su vida se da cuenta que es hija bastarda de el gran empe...