Umbra

Capítulo 3

-¿Cuántas veces debo decirte que no puedes subir sin que yo te lo permita?

Solo se escuchó un quejido mientras le colocaba nuevamente las cadenas alrededor de su pie.

-Mas te vale no volver a hacerlo -sentencie antes de probar la fuerza de las cadenas para evitar que se volviera a escarpar.

Salí del sótano cerrando la puerta con los cinco cerrojos y volví a la cocina exhauste, abrí la nevera y saqué un poco de agua fría para beber, esa cosa cansa, es muy obstinada.

No me malinterpretes, es alguien que solo uso para mí diversión, y no le hago nada que "eso" no haya hecho antes, se lo merece por infeliz.

Además, eso le enseñará a no meterse con la familia Daft en un futuro. Bueno... Si es que le permito tener futuro, no lo veo muy probable, pero mientras aguante es todo mío.

¿Mi familia sabe que está ahí? Claro que sí, y no les importa, opinan igual que yo.

-Sabes... -la voz de mi hermano me sorprendió-. Deberías haberlo matado cuando pudiste.

-¿Para qué? Es más divertido torturarlo y verlo desangrarse.

-No cambias eh.

-¿Por qué no lo haces tú, Holt?

-Es tuyo, llegara un momento que te cansaras de él, es inútil.

Termine mi vaso con agua y lo deje secándose en la mesa, me aleje lentamente mientras veía a Holt limpiando su navaja, puede que sea un sabiondo, pero es el que mejores trabajos hace en la familia, es mejor no molestarlo.

Me encierro en mi habitación y tomo mi móvil. No me sorprende ver un mensaje de Tessa en él.

Al parecer había creado un grupo en la aplicación donde estuviésemos ella, Tim y yo.

No pensé que tardaría tan poco en hablarme, pensé que lo dudaría un momento, pero está bien, no soy muy sociable, mamá se alegraría si supiera que estoy hablando con alguien.

La última vez que comencé a hablar con alguien y me encariñe me aleje lo más que pude, eso llevo a una discusión con mamá.

-¿¡Me lo estas diciendo en serio!?

-¡Sabes lo que le paso a la última persona, no lo volveré a hacer!

Cualquier persona unida a mí, ya sea que seamos amigos o conocidos, puede terminar muy mal, así que prefiero irme sin decir nada, a quedarme y lastimarlos de por vida.

El anochecer se hizo presente, Tessa no volvió a escribir en el chat, agradecí eso, mi mirada se perdió en la ventana, concentrado en el cielo, no me di cuenta de que mi madre había entrado y estaba sentada a mi lado.

-¿Qué tanto miras?

Le di una mirada rápida y luego me devolví al cielo nocturno, despejado y repleto de estrellas. La luz de la luna colándose por el cristal e iluminando toda mi habitación.

-Venga, esta la cena.

Ella me dejo solo y un momento después la seguí hasta llegar al comedor. Al parecer Holt había traído la cena esta vez, puedo entender que le gusten tanto los animales, ¿pero que obsesión tiene con las gallinas?

-¿Otra vez un pollo? -lo mire con mala cara.

-Tú te callas -refuto.

-Agradece que no fue una paloma -mamá se ríe de su propio chiste, nosotros la miramos incomodos.

Sus chistes nunca dan gracia, y creo que ni ella los entiende pero se ríe para disimular.

-¿Qué tal la universidad? -pregunta luego de un tiempo cenando.

-La misma mierda de siempre.

-¿Al menos esta vez has aprendido algo o te has quedado viendo por la ventana como siempre?

-Si.

-Julen...

-Claire...

Ella rodo los ojos y no volvió a tocar el tema, nos mantuvimos en silencio mientras terminábamos de comer.

Holt se volvió a su habitación y la cerro con llave como siempre, espero no tener que escuchar esos rechinidos otra vez esta noche, no me interesa escucharlo haciendo sus cosas a su manera.

Claire fue a la sala y yo me puse a lavar los platos para luego ir a dormir, o mejor dicho escribir, necesito un respiro del mundo aunque sea por una hora.

Me encerré en mi habitación y tomé el pendrive de mi mesa de luz, abrí el último de mis archivos y comencé a escribir.

"A veces conocer a alguien es la peor pesadilla con la que puedes toparte. Si comparten algo, es un poco mas tranquilo y llevadero, pero no es lo único que importa.

Presta atención a quien te rodea, nunca sabes con lo que puedes encontrarte, hasta la fiera mas tranquila puede convertirse en un monstruo con lo necesario, a veces es cariño, a veces ignorancia, solo mantén la distancia, examínala y sabrás si es la correcta."

Luego de eso cerré mi laptop y me acosté a dormir, viendo hacia la ventana, como cada noche.

Esta noche es como todas, volví a tener esa pesadilla recurrente con esa escoria, me levanté de la cama y caminé por toda la habitación hasta calmarme.

Abrí la puerta de mi cuarto y me dirigí a la puerta del sótano, puse mi pulgar para poder entrar.

Él estaba ahí escondido en su esquina, al menos tenía dónde dormir.

-¿Necesitas algo de ayuda hermanito? - Holt apareció detrás de mí y se unió a la diversión.

Los ojos del prisionero de volvieron llorosos pero no puede decir nada, ya hace tiempo que le corte la lengua, solo gemidos salen de él.

-¿Que más quieres hacerle?- volvió a preguntar mi hermano con una sonrisa maliciosa que daría miedo a cualquiera.

Me limpie, guarde mi polla y me fui de ahí.

-Puedes hacerle lo que quieras -me gire hacia él y le apunte- pero no puedes matarlo, ¿Está bien?

-Vale, solo le daré su merecido.

-Mañana le daremos un baño...¿Podrías comprar bastante alcohol?- el encadenado abrió sus ojos lo más grande que pudo y negó con la cabeza, Holt le propino una patada en las costillas.

-Vale.

Luego de eso salí de la habitación, fui por un poco de agua y volví a mi cuarto.

Ahora que tengo a esa escoria controlada podré dormir mejor, mi hermano sabe lo que hace, sus gritos... Son la mejor música para dormir.