Estaba nerviosa, busque a T bastante rato y no lo veía, finalmente lo encontré en su casillero, parecía abatido, talvez como yo, pero decidí fingir que nada sucedía, mire a T y suspiré antes de pensar que diría, lo primero que hice fue verlo a los ojos, sus ojos café claro, su mirada siempre decía todo era un gesto que me gustaba, su cabello despeinado combinaba con su tez clara, su figura atlética aunque no era muy alto 1,73 sin embargo era un poco más alto que yo, se veía guapo, no, de hecho era muy guapo, pareció notar mi pensamiento pues se puso de un hermoso color rojo y alzó una ceja.
-¿Te guste o que pasa?
-¿tu? ¿gustarme? Lo único que me gusta de ti sería golpearte por dejarme sola e ignorar mi presencia por completo.
El chico suspiro y analice su expresión ¿Era aburrimiento? No parecía el caso, lo mire bien y lo noté era algo similar a estrés, así que acorte la pelea interrumpiendo.
-Olvida tus excusas y más bien ponme atención -en ese momento la chica narro lo que le había sucedido a ella-
-Entiendo, pues yo también tuve un largo rato, al parecer ambos somos "especiales" solo debemos aprender cómo funciona esto.
Eso no ayudaba, al parecer T había estado hablando con Frederick quien le contó acerca de lo que sabía sobre los extraños sucesos en el tiempo, al parecer más que policías temporales eran grupos criminales y grupos que trataban de contener el equilibrio, nosotros éramos denominados "atem" era el término que se le daba a las personas que podrían tener habilidades especiales sobre el control del tiempo, la más básica detenerlo por un rato, y de ahí habían miles de complejidades que explicaría con gusto, pero la verdad no preste atención, T era jodidamente guapo y yo tenía hambre, bostece y capte algo más, al parecer aún entre los "atem" habían rangos dependiendo lo raras que fueran sus capacidades y entre ellos había la sospecha que T y yo éramos de los más difíciles de encontrar, habilidades únicas tan fuertes que podríamos ser una amenaza, por eso mucha gente nos buscaba y lo único que lo impedía al parecer eran unos guardianes atem que al parecer hacia no mucho habían desaparecido y Frederick era el único que quedaba.
-Entiendo el punto al que quieres llegar pero sinceramente creo que a lo mejor se equivocan osea miramos, somos chicos normales en una escuela, solo quiero algo de paz.
Argumente algo exasperada entre la información y el hecho de pensar que yo era diferente, medite por un momento y negué, todo era una locura, quizás lo mejor era dejar ese tema para después, la siguiente clase era geometría y última hacíamos planos, algo que era de mí agradó al final soñaba con ser arquitecta aunque como iba pasando todo a lo mejor terminaba construyendo pequeñas casas miniaturas en una dimensión dónde el tiempo no transcurra, fue una idea que saque de mi cabeza como pude, debía dejar de pensar en eso.
-T tengo hambre, alimenta me -ordeno la chica- desde que te conocí pasan estas cosas raras y por tu culpa no he comido así que debes hacerlo.
-No tengo muchas opciones supongo, además no quiero entrar a geometría, soy más de computadoras que de dibujos.
Esta vez el tiempo paso rápido, no por algún poder raro o tipos que trataban de matarnos, sencillamente estábamos tan felices que no notamos el tiempo transcurrido, eran las 2pm y estábamos en el parque de la escuela, tendríamos que haber estado en casa hacia una hora atrás pero algo me decía que el chico tampoco tenía ganas de estar en su casa, suspiré al pensar en alejarme de él, no sé porque me sentía tan bien, de hecho mire mi mano y yo sujetaba la de el, por primera vez en años me sentía feliz, segura, en paz ¿Por que todos los días no podían ser así?
-Bueno creo que debo irme.
-¿Eso quieres?
-No importa yo que quiera, tengo que hacerlo.
Era el paradigma de mi vida, supuse que el también tendría cosas así que me levanté hice una señal de despedida y corrí hasta mi casa lo las rápido posible, no por huir de el, por no entender que pasaba me obligaba a proteger mis emociones, no sabía si estaba bien, pero era lo que yo solía hacer...
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A Través Del Tiempo
Ciencia FicciónEl tiempo transcurre y no lo notamos, en un segundo se nos va la vida y así perdemos también lo que queremos, un segundo marca la diferencia, esto fue difícil de entender para T quién cada día iba a la escuela y vivía despreocupado, es difícil inter...